La diferencia entre el revuelo y la histeria colectiva es que detrás de la última existe un fondo de neurosis compartida, de niebla mental y de retribuciones enfermizas.
La frase del título aunque falsamenta atribuida a Epicuro, aparece en la Biblia tres siglos antes de este autor. Pero hagamos un estudio del contexto... si es que la complejidad de ese mundo lo permite...
Nos encontramos en medio del principio de un cambio histórico caracetrizado por:
Una crisis moral, fruto de una guerra cognitiva, cuyo propósito es apartarnos de la realidad de nuestra época y neutralizar la razón.
Una crisis económica con una deuda pública inabordable, por nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos
Una crisis política en la que fuera de toda soberanía los estados se enciscan en un modelo absolutista y totalitario, en un fascio comunismo global.
Una crisis religiosa donde se ha perdido toda esperanza
Y mientras tanto, la sociedad distraida, histérica y delirante se entretiene en las discusiones más absurdas y erísticas, y que aun trata de "defender" "derechos" de nuevo cuño, "ideologías remendadas", o pactos políticos...
Si Isaías levantase la cabeza nos volvería a repetir la frase y el reproche, porque sabría como acaban este tipo de histerias...
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Nos encontramos en un contexto en el que los jueces se corrompen (los hijos de Samuel, Joel y Abías se abandonaron a la corupción y el soborno en el 1004 antes de Cristo) y dan lugar a un reinado (Saul antes de la muerte de Samuel consigue grandes victorias militares, pero entre desobediencia e ingenuidad, termina muriendo en una de ellas de manera muy temprana).
A este breve reinado de Saul le sucede el reinado de David que sobrevive a conspiraciones de todo tipo y guerras que terminan separando el reino, en una tormentosa, lujuriosa y promiscua vida familiar en la que no falta la idolatría y graves ofensas a Dios.
Le sigue Salomón, hijo de David que consolida su poder en el reino de Judá y construye el primer templo, pero deriva hacia la idolatría y el esotrerismo, lo que causa la separación de las tribus y la división del reino de Judá e Israel.
Separados los dos reinos alrededor del 928 antes de nuestra era, las tribus de Israel se entregan a la idolatría y la de Judá se sumerge en la decadencia política y social.
Con (1) Jeroboam se frustró durante 50 años la posibilidad de consolidar los territorios y fueron saqueados por los egipcios.
Fue sucedido por su hijo (2) Nadab, quien fue asesinado en el segundo año de su reinado por Baasa, de la tribu de Isacar
(3) Baasa bisnieto de Salomón fue celoso cumplidor de la religión judía, y persiguió a los idólatras reinando 41 años.
(4) Josafat continuó la misión de su padre de restaurar las costumbres durante 22 años y es sucedido por si hijo Joram que fallece joven por una enfermedad intestinal.
La sigue (5) Ocozías que reina un año y muere en una guerra con 22 años de edad
(6) La reina Atalía quiso hacerse con el trono, por lo que hizo exterminar a los descendientes de la casa de David, ejecutando a cuantos príncipes pudo encontrar, consiguiéndolo por siete años
Después reinó (7) Joás que fue el único que, gracias a sus tíos Joiada y Josaba, sobrevivió a una masacre instigada por su abuela paterna Atalía en la que mató a todos los hijos de su difunto hijo, Ocozías de Judá. Entre sus obras fue conseguir un gran auge económico en recolección de dinero, para la restauración del templo, dañado gravemente en el reinado de Atalía; con el dinero también se construyeron varios artefactos religiosos, sin embargo no pudo eliminar los templos de otros ídolos del reino, por lo que la gente siguió adorando a otros dioses.
(8) Amasías, como primera acción de gobierno fue la persecución de los asesinos de su padre, adoró algunos de los dioses edomitas y declaró la guerra a Israel, siendo derrotado por Joás, rey de Israel en la batalla de Bet-Semes, hecho prisionero y más tarde, asesinado, mientras que Jerusalén fue saqueada.
(9) Ozías, ejercería una corregencia con Jotán de Judá, por haber ya contraído la lepra. Fue al templo a quemar incienso, los sacerdotes se enojaron con él y le dijeron que estaba renegado, Ozías se enfureció, le brotó lepra en la frente.
(10) Jotán no disfrutó de un reinado pacífico. Guerreó contra los amonitas y finalmente los venció. Como resultado, le pagaron durante tres años un tributo anual de 100 talentos de plata y 10 000 medidas de coro tanto de trigo como de cebada.
(11) Ajaz siguió una vida de perversión, al introducir muchas costumbres paganas e idólatras, ignorando los llamamientos de los profetas.
(12) Ezequías vendió el reino al Imperio asirio que quería expandirse por Judea y ciudades circundantes a Jerusalén, a cambio de permanecer en su trono como gobernante tributario.
(13) Manasés se declaró vasallo de Asurbanipal, emperador de Asiria, proporcionándole tropas contra Egipto. Manasés siguió una política religiosa opuesta a la ortodoxa de su padre, pues toleró los cultos asirios, incluso en el Templo de Jerusalén.
(14) Amón subió al trono con 22 años, y reinó durante dos. Siguió la práctica de la idolatría, y se describe su reinado como marcado por la depravación moral.
(15) Josías subió al trono a los ocho años de edad, debido al asesinato de su padre Amón y reinó durante treinta y uno. Fomentó el judaísmo y prohibió el resto de creencias tradicionales, destruyendo sus santuarios y objetos de culto, política que realizó también en las franjas fronterizas del reino de Israel.
(16) Joacaz fue elegido por el pueblo y depuesto por cortesanos favorables a su hermano mayor, (17) Joaquim. Tras ser depuesto, fue llevado a Egipto como prisionero, de donde no regresó. Tras acabar su campaña contra Egipto, Nabucodonosor II sitió Jerusalén, haciendo que Joaquim se declarara vasallo y le pagara tributo con recursos de la tesorería, artefactos del Templo y la entrega de algunos miembros de la familia real y la nobleza como rehenes.
(18) Joaquim de Judá era hijo y sucesor de Joaquim. Duró tan solo tres meses en el trono antes de entregarse al rey babilonio Nabucodonosor II, que saqueó Jerusalén y deportó a miles de notables a Babilonia, incluyendo al propio rey y al profeta Ezequiel. Las pérdidas materiales fueron enormes, y el pueblo judío quedó dividido entre los deportados y los que permanecieron en Judá. En el año 562 a. C., Joaquín fue liberado por el sucesor de Nabucodonosor II, Evil-Merodak.
(19) Sedecías fue el último rey de Judá antes de la destrucción de este reino a manos de los babilonios. Sedecías había sido nombrado rey por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, tras el sitio de Jerusalén en 597 a. C. Sedecías se rebeló y selló una alianza con el faraón egipcio Jofrá. Nabucodonosor respondió con la invasión de Judá y el asedio de Jerusalén en diciembre 589 a. C
Es en esta época en la que el Profeta Isaías no puede dar crédito a lo que ve. Una sociedad degenerada, vendida a intereses políticos y descentrada de su destino, van de drama en drama, de derrota en derrota, de corruptela en corruptela como ganado al matadero. El reino está acabado, vendido, arruinado y les reprocha:
El pueblo, mezquino, confió solo en su suerte cuando estaba visto que iban a ser atacados y aniquilados y de ahí el canto: "Comamos y bebamos que mañana moriremos"
Mucho más tarde, Pablo de Tarso escribe la primera carta a los Corintios 15:32 recordando la frase pero en otro contexto: Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos.
Volviendo a la frase original, Isaías se sorprende que después de cuatro siglos de existencia del reino de Judá, con todos los sinsabores y fracasos que hemos explicado, la gente estaba tan atontada e histérica como lo puede estar la sociedad de ahora.
Hola Luis, gracias por tus reflexiones, me gusta leerlas porque siempre son auténticas. Es verdad que distraemos y ofuscamos el pensamiento dejando que está ocupado por ideas y noticias que nos llegan "de fuera", ya sea con copiar y pegar o con polémica. Lo que trajeron los Reyes no eran programas, agendas e instrucciones. Trajeron regalos. Y tampoco eran de comer y beber.