"Era un deber rescatar del olvido a un hombre a quien Napoleón III enviara a la cárcel y a quien «plagiara» la policía rusa."
Quizás no sea fácil encontrar casos como este en la historia de la literatura.
Maurice es el autor del libro "Diálogo en el Infierno entre Maquiavelo (1469-1527) y Montesquieu (1689-1755)".
Nacido en Lons-le-Saunier en 1829, su padre fue consejero general de la Jura y de madre italiana, debió, para poder terminar sus estudios, trabajar durante siete años como empleado subalterno en un ministerio y pasante en la Escuela Superior de Comercio. Se inscribe en 1859 en el Colegio de Abogados y fue secretario de Jules Grévi, con quien no hizo amistad sino todo lo contrario.
Según Jean-Francois Revel, prologuista de su libro "diálogos en el infierno":
Su primer libro, Le Barreau de París, études politiques et litteraires, consiste en una galería de retratos de abogados cáusticos e inclementes ; el segundo, Cesar, es un vigoroso ataque a Napoleón III. En 1864 publica en Bruselas, sin nombre de autor, el Diálogo en el Infierno. El libro fue introducido en Francia de contrabando, en varias partidas; pero como algunos de los contrabandistas pertenecían a la policía, esta sin gran esfuerzo – unas cincuenta pesquisas simultaneas – logró incautarse de toda la edición y desenmascarar al autor. Maurice Joly fue arrestado. La instrucción del proceso le costó seis meses de prisión preventiva, Condenado, la instancia de apelación y el recurso de casación demoraron otros dieciocho meses, durante los cuales permaneció recluido en Sainte Pélagie. Quedó en libertad en mayo de 1867, pero sus conflictos con la justicia crearon el vació a su alrededor. Los defensores del Imperio lo atacaban; para los republicanos, lejos de ser un mártir glorioso, constituía un estorbo. También culmina en fracaso una nueva tentativa que hace bajo el Imperio. Funda un periódico jurídico, Le Palais, que desaparece después del duelo que Joly sostiene con su principal colaborador, Edouard Lajarriere.
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Tal vez sus obras hubieran sido definitivamente olvidadas, pese a sus descollantes méritos, si un ejemplar del Diálogo en el Infierno, que escapara a la policía de Napoleón III, no hubiese caído en manos del falsario redactor de los Protocolos de los Sabios de Sión, donde se exponen los presuntos planes secretos de dominación mundial, consabidos por los dirigentes de la Alianza Israelita Internacional.
Publicados incidentalmente en ruso, los Protocolos fueron traducidos y difundidos en todos los países del mundo en 1920. Al año siguiente, una sucesión de extraordinarias casualidades puso la superchería al descubierto. Fue Graves, corresponsal del Times en Constantinopla, quien se percató de la similitud que existía entre el documento ruso, publicado por Nilus y Boutmi, y el Diálogo de Joly, entre los supuestos Protocolos de los Sabios de Sión y el líbelo del abogado parisiense contra el sobrino del gran emperador.
Graves contaba entre sus amistades a un emigrado ruso. Este había comprado a un antiguo funcionario de la Ocrana, también refugiado en Constantinopla, un lote de libros viejos. Entre ellos descubrió, con sorpresa, un pequeño volumen en francés, encuadernado, sin la página correspondiente al título, pero en cuyo lomo figuraba el nombre de Joly. Al comprobar que su texto traicionaba una asombros semejanza con el de los Protocolos, participó su descubrimiento a su amigo Graves. Este hizo que se practicaran algunas averiguaciones en el British Museum, donde sin esfuerzo pudo encontrarse un ejemplar de la misma edición de los Diálogos. El origen de la falsificación era patente; algunas comparaciones lo demuestran:
DIALOGO PRIMERO ... El instinto malo es en el hombre más poderoso que el bueno... el temor y la fuerza tienen mayor imperio sobre él que la razón... Todos los hombres aspiran al dominio y ninguno renunciará a la opresión si pudiera ejercerla. Todos o casi todos están dispuestos a sacrificar los derechos de los demás por sus intereses. ¿Qué es lo sujeta a estas bestias devoradoras que llamamos hombres? En el origen de las sociedades está la fuerza brutal y desenfrenada..., etc. | PROTOCOLO I ...Mucho más abundan los hombres con malos instintos que con buenos. Es por ello que se obtienen mejores resultados gobernando a los hombres por la violencia y el terror. Todo hombre aspira al poder, y cada uno de ellos, si pudiera hacerlo, desearía convertirse en dictador. Al mismo tiempo, pocos son los que no están dispuestos a sacrificar el propio bien. ¿Qué ha sujetado a esas bestias feroces que hombres? llamamos ...En los comienzos del orden social, estaban sometidos a la fuerza bruta...etc. |
DIALOGO SEGUNDO Montesquieu.- No hay más que dos palabras en vuestra boca: fuerza y astucia... Si erigís la violencia en principio y la astucia en precepto de gobierno, el código de la tiranía no es otra cosa que el código de la bestia... Vuestro principio es que el bien puede surgir del mal, etc. | ...Nuestra voz de orden es: fuerza e hipocresía... la violencia debe constituir un principio, la hipocresía una norma para aquellos gobiernos que no desean abandonar su corona en manos de los agentes de una nueva fuerza. Este mal es el único medio para alcanzar la meta: el bien, etc. |
DIALOGO SEPTIMO ... Instituiría monopolios depósitos inmensos financieros, de la riqueza pública, de los cuales tan estrechamente dependerán todas las fortunas privadas, que estas serán absorbidas junto con el crédito del Estado al día siguiente de cualquier catástrofe política..., etc. ...En los tiempos que corren, la aristocracia, en cuanto fuerza política, ha desaparecido... Pero la burguesía territorial sigue siendo un peligroso elemento de resistencia para los gobiernos, etc. | PROTOCOLO IV. Muy pronto instituiremos enormes monopolios, depósitos de colosales riquezas, de los cuales las riquezas de los cristianos, aun las grandes, dependerán en tal forma que serán devoradas, así como el crédito de los Estados, al día siguiente de una catástrofe política..., etc. La aristocracia cristiana ha desaparecido como fuerza política; ya no debemos tenerla en cuenta; pero como propietaria de territoriales, bienes puede perjudicarnos en la medida en que sus recursos sean independientes. |
DIALOGO DUODECIMO ...Como el dios Vishnú, mi prensa tendrá cien brazos y se darán la mano con todos los matices de la opinión, cualquiera que ella sea, sobre la superficie entera del país..., etc. | PROTOCOLO XII ...Cien manos tendrán como el dios Vishnú... que habrán de dirigir la opinión en la dirección que conviene a nuestros fines..., etc. |
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En cuanto a los Protocolos, según Henri Rollin, fueron redactados probablemente en 1897 o a comienzos de 1898 en París, en los círculos que participaban de la lucha antisemita y que estaban dispuestos a recurrir a cualquier medio para justificar con furor, furor que los inducía a su vez a creer en las fábulas más inverosímiles
Quizá sea su autor Elie de Cyon, director del Galois y más tarde de la Nouvelle Revune, uno de los íntimos de Mme. Juliette Adam. Tal vez podíamos atribuirlos al Mage Papus o a la policía misma.
Sea como fuere, la mistificación de los antisemitas, al traducir el líbelo que escribiera un hombre que hubiese sido su enemigo, atrajo nuevamente la atención sobre el oscuro combatiente de la libertad.
Los Diálogos de Joly fueron releídos, comprobándose que el Diálogo de Maquiavelo y Montesquieu merecía ocupar un lugar de privilegio en nuestra literatura política. Que la causa de sus desdichas fuera un excesivo gusto por la independencia, su mal carácter o un noble orgullo, lo cierto es que Maurice Joly fue un escritor de talento.
Era un deber rescatar del olvido a un hombre a quien Napoleón III enviara a la cárcel y a quien «plagiara» la policía rusa.
Pruebas de falsificación
Vimos anteriormente que a lo largo de los años, los Protocolos han sido expuestos repetidamente como fraude. En agosto de 1921, el periodista inglés Philip Graves denunció públicamente el engaño, en dos artículos del periódico londinense The Times, donde demostraba que el panfleto difamatorio era un plagio de la sátira de Joly, Diálogos en el infierno. En los artículos, Graves señala, uno por uno, las "extraordinarias similitudes" entre los dos textos, incluso publicando una tabla comparativa de ellos, uno al lado del otro; la paráfrasis es irrefutable. Incluso el supuesto "plan judío para dominar el mundo" no es más que una transposición del discurso entre Maquiavelo y Napoleón, en el original de Joly, y sus planes para los Estados europeos se convierten, en los Protocolos, en el "plan judío para dominar a todo el mundo cristiano". mundo."
Graves también señala las numerosas versiones de cómo el texto llegó a manos de Sergei Nilus. Según la edición rusa de 1905, las actas fueron obtenidas de una mujer que se las robó a "uno de los líderes más influyentes de la masonería". Otra versión afirma que se trata del acta de una reunión secreta de "iniciados" en Francia. En la versión de 1917, parece que los "Protocolos" eran notas de un plan presentado por Theodor Herzl, en el Primer Congreso Sionista, quien habría "filtrado" la información. Otra más, que el texto había sido leído en secreto en el Primer Congreso Sionista y que había sido encontrado por un amigo de Nilus, en la "sede francesa de la Sociedad de Sión" , institución que nunca existió.
En cuanto a las acusaciones de los Protocolos contra los judíos, se trata de acusaciones que forman parte del centenario arsenal antisemita, fácilmente refutable mediante referencias bíblicas y talmúdicas.
En este canal no se hace campaña a favor de nadie pero tam poco en contra de nadie. No es un canal de forofos del Barça ni del Madrid, ni de derechas ni de izquierdas, ni somos más amables con los terroristas de un lado que con los terroristas de otro lado.
Uno se cansa de este tipo de planteamientos estúpidos y piensa cada día si no será mejor cerrar la persiana y dejar al mundo en paz.
Total, no soy nadie en este diluvio de información.
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