¿Quién controla el mundo? Estructura piramidal o locura transversal.
- Luis de Miguel Ortega
- hace 5 días
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Actualizado: hace 2 días

1) Introducción
A cinco años del inicio de la pandemia que “despertó” a millones de personas a bofetadas, hemos pasado por distintos eventos de locura colectiva que parecen no terminar en una guerra irregular y compleja de la que aun no sabemos quién mueve los hilos.
Si la pregunta es si estamos ante una tercera “guerra mundial” las respuesta no puede ser otra que sí.
Pero si la pregunta es ¿Quiénes son los contendientes? O ¿Quiénes son los "generales"?, la respuesta es más compleja.
2) “Guerra Mundial”
En cuanto a la cuestión de si estamos en guerra, no creo que queden dudas, si bien la guerra en la que estamos es una guerra irregular y asimétrica.
La guerra irregular, también conocida como guerra asimétrica, es un tipo de conflicto donde los participantes no operan bajo las reglas y estructuras de la guerra convencional, a menudo utilizando tácticas no tradicionales para compensar una desventaja en poder militar o recursos. Se caracteriza por el uso de la guerrilla, el terrorismo (terrorismo mediático, noticias falsas sobre pandemias, noticias catastrofistas sobre guerras, manifestaciones y altercados callejeros,...), el sabotaje, y la subversión, entre otros métodos, para desgastar y debilitar al enemigo.
Irregular porque el material bélico ocupa una posición casi de decorado con un elevadísimo coste económico y social pero con un rendimiento y eficiencia muy pobre. Nunca en la historia, se habían vivido guerras tan caras y tan ineficaces tanto para conseguir la victoria como para alcanzar la paz. En cambio, como arsenal, claramente destacan las herramientas de guerra cognitiva, guerra económica y guerra social contra las estructuras democráticas.
Así en esta guerra irregular, se trata de controlar el pensamiento y las emociones de la población, sustraer recursos económicos para que la población no pueda defenderse y disolver las instituciones democráticas y guardianas para instalar un sistema autoritario de gobierno.
En cuanto a guerra irregular, no hay una simetría en los bandos, pues por una parte está la población civil y por la otra parte, que es lo que intentaremos desvelar, pero lo que es evidente es que los dos bandos son completamente diferentes en número, capacidad de defensa y letalidad.
Características de la Guerra Irregular:
Desigualdad de fuerzas:
A diferencia de la guerra convencional, donde los contendientes suelen tener fuerzas militares similares, la guerra irregular implica una disparidad significativa de poder.
Uso de tácticas no convencionales:
Se emplean estrategias como la guerrilla, el terrorismo, el sabotaje, la subversión, y la propaganda para atacar al enemigo de manera indirecta y evitar enfrentamientos directos.
Objetivos amplios:
La guerra irregular puede tener como objetivo no solo la derrota militar del enemigo, sino también la subversión de su régimen político y sistema social.
Enfoque en el desgaste:
El objetivo principal suele ser desgastar al enemigo física, económica y psicológicamente, en lugar de buscar una victoria decisiva en el campo de batalla.
Importancia de la población civil:
La guerra irregular a menudo involucra a la población civil como objetivo, recurso o campo de batalla, lo que puede llevar a una mayor violencia y sufrimiento.

Así podemos colegir que se trata de una guerra
Cognitiva
Económica
Democrática
A largo plazo
Contra la población mundial
3) “Las élites”
La cuestión de “las élites” o “el enemigo oculto”, no es de reciente aparición. Siempre en la historia de la humanidad ha tenido episodios de odio y de conspiración que tratan de ocultar el propio fracaso. De tal manera la debilidad del cristianismo se debe al Islam, el fracaso empresarial se debe a la masonería internacional, y la mendacidad de pequeñas sectas se debe al Vaticano. Nadie tiene la culpa de nada, debe existir un chivo expiatorio que pague por nuestros pecados, y este chivo pueden ser los turistas, los extranjeros, las brujas, los herejes, los judíos, los negros, los moros o “las élites” siempre generalizadas, sin concreción alguna, sin caras ni nombres. Incluso, en los ejércitos de lógica más materialista, el fracaso social y la derrota de el nazismo y el comunismo, se debe al capitalismo, la masonería y los judíos.
Si puedes echarle la culpa a alguien de tu fracaso, salvas tu incapacidad, y si ese alguien es oculto y todopoderoso, además consigues seguidores adictos al misterio disfrazado de verdad.
Y así construimos un mundo donde todo se explica en razón de clases de buenos y de malos, entendidos de manera colectiva si bien a veces a modo de recordatorio místico, le ponemos al mal cara y nombre como Hitler, Stalin, Marx, el Papa Francisco, Netanyahu, etc. por efecto de la simplificación de la propaganda.
Los buenos, por supuesto, son también parte de un colectivo amorfo y abstracto: el pueblo, los cristianos, los militantes, los mártires, la clase trabajadora o la masa nacional.
Esta proyección infantiloide, simplista y “frustrógena” de la vida, no es otra cosa que puro neuroticismo e histeria. El mundo es mucho más simple y a la vez más complejo que todo ello.
En eso consiste la guerra cognitiva: Ocuparnos con fantasías y enemigos que nos impidan ver, pensar y actuar con claridad.
4) La pandemia como evento de estudio.
De cara a desvelar la incógnita de “las élites”, es interesante analizar el contexto en el que se desarrollan eventos como la reciente “pandemia”.
Poniéndonos en un contacto retrospectivo con esa “realidad pandémica” nos encontramos con estas características:
1. Un plan organizado de crisis mundial mediante una “pandemia”: Parece ser que el virus aparece en China y es soltado deliberadamente para generar el problema. Todo ello se rodea de confusión, negaciones simultáneas e incluso el discurso de que “los virus no existen” “el contagio es falso” “la gente no muere por un virus”. A día de hoy, la incógnita sigue siendo mantenida.
2. Una información pública basada en el relato preconstruido, sin fisuras: Los titulares se reproducían en todos los medios de manera igual. Existía por lo tanto un relato, redactado y emitido para contener el pensamiento de la población a la que se ofrecía una única versión y dos alternativas: las medidas son necesarias pero a) se han tomado tarde o son insuficientes, b) son precipitadas y exageradas sin tener en cuenta los efectos.
3. Una comunicación mainstream y alternativa deliberadamente estresante (guerra cognitiva): dentro de este planteamiento único, una de ls cosas más sorprendentes en la alternancia y la repetición. Los medios de comunicación nos sometieron a un estrés deliberado mediante la repetición “cansina” y la alternancia de noticias preocupantes y esperanzadoras casi sin solución de continuidad. Miedo, tristeza, odio y asco como armas de destrucción masiva.
4. Control absoluto de las instituciones internacionales y del músculo económico: Unas medidas de “contención” propuestas de manera única en el planeta pero cumplidas con matices y no cuestionadas, sin ninguna resistencia por parte de las “grandes corporaciones”. Cruz Roja, ONU, OMS, etc. por una parte y Banco Mundial, FMI, fondos internacionales de inversión por otra, sin que ninguno de los anteriores pudiese discrepar de versiones o medidas.
5. Unos aparatos estatales que anulan los sistemas judiciales y policiales, así como las organizaciones profesionales y los parlamentos: Los jueces y policías, además de los médicos y parlamentarios, fueron obligados a actuar bajo protocolos, sin que las organizaciones profesionales “de derechas o de izquierdas” se manifestasen en contra.
6. Una absoluta opacidad de datos: Esto es una constante en la pandemia y resto de “crisis” de calado mundial como la pandemia, la guerra en Ucrania, la guerra en Gaza. Ante la pregunta tan elemental ¿de dónde salen las cifras de muertos? Las respuesta son las mismas: una hoja de excel sin más datos sobre la recogida de datos o responsabilidad de quien informa. Nadie puede comprobar.
7. Una logia de “ONG’s” cómplices: DA los actores principales de la pandemia (y de las otras crisis) se unen para dar validez al relato y las medidas grandes corporaciones filantrópicas que en ningún caso discrepan de la versión oficial. Ninguna de ellas hace papel “disidente”, ni siquiera las organizaciones de distinto signo político o religioso. Todas ellas se someten al relato oficial sin cuestionarlo mínimamente.
8. Una autojustificación del estado irresponsable: los mecanismos judiciales y políticos de responsabilidad patrimonial y política quedan anulados y absorbidos por el tiempo. Nadie da respuesta a las reclamaciones ni a los daños, ni siquiera desde el punto de vista social o político. “Lo hicimos lo mejor posible, y punto” “pelillos a la mar”, ya que una vez terminada la crisis, ni siquiera los partidos de la oposición plantean el debate sobre lo que ha ocurrido. Ningún partido de la oposición emplea la experiencia traumática de la pandemia como parte esencial de su campaña electoral.
9. Una finalización de la crisis por enfriamiento no cuestionado: “¿Pandemia? ¿Qué pandemia? Eso es algo del pasado. Hemos vencido, ya no es un problema. Los casos actuales están bajo control. Bajo otro control distinto, pero están controlados.” “¿guerra? ¿hambruna?”…

Así que esas élites tienen que tener la capacidad de influir y controlar por complicidad o miedo, y para ello necesitan:
1. Tener estructuras participantes en todo el mundo y en las estructuras supranacionales (ONU, OMS, etc.)
2. Tener un peso político en todo el mundo
3. Tener capacidad de coaccionar a gobiernos de todo signo y cultura (ateos, cristianos, musulmanes, de derechos y de izquierdas), así como a las élites empresariales.
4. Y además, tener capacidad de sincronizar en todo el planeta en cuestión de horas respecto de informaciones programadas y políticas, sin debates ni disidencias.
5. Un mayoritario apoyo social acrítico.
5) Candidatos a ser élites secretas que gobiernan el mundo
Las “élites” deben cumplir con las características anteriores y si bien es cierto que para el adicto a las conspiraciones no existen las razones y que pueden negarse a sí mismos sin la más mínima vergüenza, los candidatos a gobernar el mundo son:
1. Los fondos de inversión (“la internacional capitalista” como dice Sánchez...)
2. La OTAN
3. La ONU
4. Los países árabes
5. Rusia
6. Israel y el sionismo bancario internacional
En un tono más delirante, tenemos:
1. Los Masones
2. El Vaticano
3. Los “Judíos” (Jázaros, Ultraortodoxos, Sionistas, genocidas o como queramos imaginarlos...)
4. El fascismo neoliberal de la megaderecha...
5. La Nobleza Negra
6. Los Rockefeller
7. Los Rothschild
8. El complejo industrial militar
9. El complejo industrial agrícola farmacéutico.
10. Balfour
11. Calergi
12. Los chemtrails con grafeno
13. El diablo en plan apocalíptico…
14. Razas extraterrestres que visitan la tierra plana…
15. La Menda Lerenda y los iluminados estafadores de la Ley Natural como kalinga, ramón, etc.
De ninguna manera, ni hartos de vino, ni de chiripa, las instituciones mencionadas anteriormente tienen la capacidad de organizar de manera sincronizada una pandemia que someta a la mayor parte de la humanidad, y mantenerla durante tres largos años. Unos por falta de medios, otros por falta de apoyos, otros por falta de capacidad logística, lo cierto y evidente, es que ninguna de las anteriores instituciones o grupos sociales, podría considerarse la “élite” que gobierna el mundo, no solo sin resistencia cívica, sino también con la capacidad de pérdida de memoria.
Rothbard, Mises y Huerta de Soto, lo explican claramente:
No existe la posibilidad material de obtener información en tiempo real y dar respuesta a dicha información de manera coordinada y coactiva. La explicación de un gobierno mundial piramidal, resulta improbable por la imposibilidad de manejar información y decidir en tiempo real.
6) El gran ausente del relato mainstream y disidente. El eslabón perdido.
Se echa de menos en las teorías conspirativas, una mínima referencia a estructuras políticas y sociales capaces de empapar a la mayor parte de la población en la mayor parte de los países.
Pero existe la Internacional Socialista es una organización política internacional de partidos políticos socialdemócratas, socialistas y laboristas que buscan establecer el socialismo democrático, y que fue fundada en Fráncfort en 1951.
Aunque se formó en 1951 como sucesora de la Internacional Socialista y del Trabajo, tiene antecedentes a finales del siglo XIX. En la actualidad, la organización cuenta con 132 partidos miembros y organizaciones de más de 100 países. Sus miembros han gobernado en muchos países, incluida la mayor parte de Europa. En 2013, un cisma en la Internacional Socialista llevó a la creación de la Alianza Progresista pero además está la Alianza de la Izquierda Europea por los Pueblos y el Planeta.
¿Cuál es la posición y participación de la Internacional Socialista (y otros) respecto de la pandemia, la guerra de Ucrania o la guerra en Gaza?
¿Tienen capacidad para coordinar e implantar discursos y políticas en todo el mundo?
¿Tienen capacidad para controlar a las élites financieras de todo el mundo?
¿Tienen oposición política real y efectiva en el mundo?
Sí, sí, sí y no.
¿Por qué no existe ninguna teoría "conspirativa" que implique al socialismo o al comunismo?
Lo cierto es que la Internacional Socialista tiene acceso a la mayor parte de los recursos del planeta, recibe la mayor cantidad de ayudas y apoyos económicos y políticos del planeta y mueve la mayor parte del PIB del planeta.
Hay empresas y países ricos y prósperos, pero nada de ello se puede comparar con países controlados por la Internacional Socialista como el fasciocomunismo de China con más de mil cuatrocientos millones de esclavos y políticas y recursos sin límites.



7) El efecto Lucifer ampliado. La revolución cultural, y la locura colectiva.
Entender cómo la gente buena se vuelve malvada es el objetivo de un libro de 2007 que incluye el primer relato escrito y detallado del profesor Philip Zimbardo sobre los acontecimientos que rodearon el experimento de la prisión de Stanford (SPE) de 1971, un estudio de simulación de prisión que tuvo que ser interrumpido después de sólo seis días debido a varios resultados angustiosos y crisis mentales de los participantes.
El Efecto Lucifer, descrito por Philip Zimbardo, se refiere a la capacidad de personas normales y buenas para cometer actos atroces bajo ciertas circunstancias. Este fenómeno se manifiesta cuando individuos integrados en la sociedad y sin patologías previas son influenciados por el ambiente y la dinámica de grupo para actuar de manera violenta o deshumanizada. Zimbardo explora este efecto a través de su libro y el Experimento de la Cárcel de Stanford, donde estudiantes voluntarios, asignados aleatoriamente a roles de guardias y prisioneros, mostraron comportamientos sádicos y degradantes.
Factores que contribuyen al Efecto Lucifer:
Influencia del ambiente:
Escenarios estresantes, reglas externas y la presión por obtener resultados pueden llevar a la deshumanización y justificación de actos inaceptables.
Dinámica de grupo:
La pertenencia a un grupo o clase social, especialmente cuando se asumen roles de autoridad o sumisión, puede influir en la conducta individual, llevando a la obediencia ciega o al abuso de poder.
Desindividuación:
La pérdida de la identidad individual y la sensación de anonimato dentro de un grupo pueden llevar a la disminución de la autoevaluación y a conductas antisociales, como la desinhibición.
Obediencia a la autoridad:
La tendencia a obedecer órdenes, incluso si son moralmente cuestionables, de figuras de autoridad puede llevar a la realización de actos perjudiciales, como se demostró en el experimento de Milgram. También son muy importantes las teorías de Theodore Adorno sobre el comportamiento autoritario.
Justificación de la injusticia:
En situaciones de conflicto o abuso, las personas pueden desarrollar una percepción distorsionada del entorno, lo que facilita la justificación de actos crueles y la deshumanización de los demás.
La estructura superior que elude la responsabilidad:
Un papel fundamental en el efecto Lucifer es que para conseguir que se produzca, es importante trasmitir la idea de que “otro superior” se hará responsable de lo que ocurra, en consonancia con las teorías del “riesgo moral” de Kenneth Arrow, de obediencia de Stanley Milgram y de condicionamiento social de Solomon Asch.





En resumen, el Efecto Lucifer nos recuerda que las acciones de las personas no solo están determinadas por sus características individuales, sino también por la influencia del contexto y la situación en la que se encuentran, incluyendo factores como la dinámica de grupo, la presión social y la autoridad.
Igualmente hay que partir de la necesidad de que para poder influir en la sociedad en un sentido amplio y planetario, hay que partir de un “reseteo cultural” y solo existe una experiencia que podamos llamar universal que el la revolución cultural de Antonio Gramsci y que lleva operando décadas en todo el mundo, alojada en entornos de la izquierda internacional.
La "revolución cultural" en el contexto de Antonio Gramsci se refiere a la hegemonía cultural, un concepto clave en su pensamiento marxista. Gramsci argumentaba que el poder no solo se ejerce a través de la fuerza (coerción), sino también a través de la dominación ideológica y cultural. Una revolución cultural, según Gramsci, implica la creación de una nueva hegemonía, donde una clase social logra el consenso y la dirección intelectual y moral de la sociedad, reemplazando la visión del mundo de la clase dominante anterior.
En este sentido, la internacional socialista ha sido capaz de permear de manera absoluta en la educación y la cultura de occidente, consiguiendo cambios significativos en todas las sociedades sobre los valores de la vida en la imposición de nuevos valores materialistas, cientifistas y morales.
Solo hay que preguntarse cuál ha sido el papel de la educación y la cultura en la pandemia, y las principales guerras actuales, así como en la espiritualidad, trascendencia y dignidad del individuo.
Es esta revolución cultural la que resetea y hace posible el “caldo de cultivo” del control mundial, una sociedad:
1. Colectivista
2. Autoritaria
3. Materialista
4. En constante y necesaria lucha de "clases" o "razas"
5. Contraria a la individualidad y propiedad privada
¿Existe una oposición real a esta revolución cultural? Pues evidentemente no, porque “la derecha” tiene un origen igualmente marxista y por ello, colectivista, autoritaria, materialista, en constante lucha y contraria a la libertad individual.
Si juntamos la revolución cultural de Gramsci, con la manipulación social de la propaganda de Joseph Goebbles o el manual revolucionario de Saul Alinsky, tenemos la estructura preparada.
El control del mundo, no depende de una élite.piramidal concreta sino de la preparación de una masa social que inconsciente e involuntariamente colabore sin necesidad de recibir órdenes.
8) La élite eres tú.
Como hemos mencionado, hemos estado sometidos a un reseteo cultural en el que existen dos opciones: Marxismo de derechas o de izquierdas. Internacionalismo o nacionalismo. Progesismo o conservadurismo, sin que sea aparente que los dos caminos son paralelos y no verdaderamente alternativos, ni se diferencian en el origen ni en las bases de su ideología.
Dentro de esta revolución cultural silenciosa, intrusiva y totalitaria que ha permeado la práctica totalidad de los países del mundo, y que mantiene una lucha tan estéril como artificial entre derecha e izquierda, hemos llegado al aturdimiento de la sociedad casi por completo.
La élite, sea la que sea, no podría hacer nada sin una sociedad embrutecida y aturdida, y eso nos lleva a las teorías de Andrzej Łobaczewski, el psiquiatra polaco que escribió sobre la “ponerología política”, es decir, la sociedad enferma gobernada por enfermos (patocracia), a la que solo es posible llegar cuando la sociedad ha perdido el norte moral.
Es necesario construir una sociedad conformada por personas que han perdido el control de sí mismos y toda iniciativa moral para poder controlar el mundo sin resistencias, y esa guerra mundial de Gramsci, Goebbles y Alinsky ya la perdimos hace mucho tiempo, yaciendo en una época histérica y de descontrol.



Así que cuando uno se deja arrastrar por el descontrol histérico, forma parte de la élite.
Cuando uno se deja arrastrar por la histeria, es parte de el ejército de la élite.
Cuando uno no es capaz de salir del círculo de la neurosis y se alimenta cual vampiro de las retribuciones neuróticas, es parte de la estructura de la banalidad del mal de las élites sin necesidad de ser un mercenario un revolucionario o un funcionario nazi.
Cuando la lucha está por encima de la felicidad, eres de la élite más tonta del planeta.
Cuando dejas de ser persona y te afilias a una u otra tesis, sin escarbar un poco, eres parte del problema.
Cuando la mayoría de la población es neurótica, la guerra cognitiva está perdida. Es imposible oponerse de manera eficaz a la guerra cognitiva desde la histeria y el descontrol.
El neuroticismo, como rasgo de personalidad, se caracteriza por la tendencia a experimentar emociones negativas como ansiedad, tristeza, irritabilidad y preocupación de forma frecuente y persistente (Odio, Miedo, Tristeza, Asco) .
Las personas con altos niveles de neuroticismo suelen ser más susceptibles al estrés, tienen dificultades para manejar sus emociones y pueden experimentar cambios de humor bruscos.
Características principales del neuroticismo:
Inestabilidad emocional:
Las personas con neuroticismo tienden a experimentar cambios de humor rápidos y marcados, pasando de estados de ánimo positivos a negativos con facilidad.
Ansiedad y preocupación:
Suelen experimentar ansiedad y preocupación excesiva, incluso ante situaciones cotidianas, y pueden tener dificultades para relajarse.
Irritabilidad y baja tolerancia a la frustración:
Son propensos a la irritabilidad y pueden reaccionar de forma exagerada ante situaciones frustrantes o estresantes.
Hipersensibilidad emocional:
Pueden ser más sensibles a las críticas, las amenazas y las situaciones sociales, lo que puede llevar a sentirse heridos o amenazados con facilidad.
Tendencia a la autocrítica:
Suelen ser muy críticos consigo mismos y pueden tener baja autoestima.
Dificultad para manejar el estrés:
Les resulta difícil manejar el estrés y pueden tener problemas para recuperarse emocionalmente de los contratiempos.
Pero más concretamente:
Ausencia de responsabilidad personal. Creer que uno no es responsable de su vida o de lo que le pasa. La culpa y la responsabilidad es de otros. El estado está por encima del individuo.
Falta de cuidado hacia sí mismo. La inercia, dejarse llevar, es un espacio de seguridad. Obedecer al líder sin importar tus propias necesidades.
Necesidad de pertenencia y aceptación por un grupo de referencia. Si no encajo en un grupo, no valgo nada. La unión hace la fuerza. Solo el pueblo salva al pueblo...
Cambiar es inútil y peligroso. Siempre he sido así. las cosas siempre han sido así.
Alguien es culpable y debe pagar. Alguien debe preocuparse y debe hacer algo. Si dedico suficiente tiempo a culparme o a culpar o a preocuparme de algo, estaré exento de hacer cosas útiles (el clima, la pobreza, etc.)
La justicia material es impepinable. La justicia social justifica el empleo de cualquier medio. No importa ni la forma ni la intensidad. Hay que luchar contra la injusticia subjetiva.
Es justo enfadarse y luchar por cualquier medio. La ira es buena.
Y en cuanto a la paz social (Adorno, pensamiento autoritario)
La personalidad autoritaria se caracteriza por:
Rigidez mental y dogmatismo: Dificultad para aceptar perspectivas diferentes o cuestionar la autoridad establecida.
Obediencia a la autoridad: Tendencia a aceptar órdenes y normas sin cuestionamiento, especialmente de figuras de autoridad.
Intolerancia y prejuicio: Desprecio y hostilidad hacia grupos contrarios, personas con diferentes opiniones o estilos de vida.
Proyección de la propia hostilidad: Tendencia a atribuir a otros sus propios sentimientos negativos o frustraciones.
Terminado de caer en el desastre (pensar requiere también tiempo y esfuerzo).
Incapacidad para entender el mundo interno propio. Incapacidad para auto observarse y distanciarse de los propios pensamientos
Incapacidad para entender el mundo externo. Dislexia. Incapacidad para entender la semántica (las palabras), la semiótica (los signos) y la lógica (deducciones)
9) Epílogo
Toma aire. Lo necesitas para asumir tu responsabilidad en este mundo.
Es posible que seas parte del egrégor* o resonancia mórfica** de la élite y no lo sepas.
“¿Usted quiere cambiar el mundo?
¿Qué tal empezar por usted mismo?
¿Qué tal transformarse usted primero?
Pero ¿Cómo se logra eso?
Por medio de la observación.
Por medio de la comprensión.
Sin interferencia o juicio de usted.
Porque usted no puede comprender lo que juzga.
Cuando dice de alguien: "Es comunista", se interrumpe en ese momento la comprensión.
Usted le puso a esa persona un rótulo.
"Ella es capitalista". En ese momento se detiene la comprensión.
Le puso un rótulo, y si ese rótulo lleva ecos de aprobación o desaprobación, ¡tanto peor!
¿Como va a comprender lo que aprueba, o lo que desaprueba?
todo esto que digo suena como a un mundo nuevo, ¿no es así?
ningún juicio, ningún comentario, ninguna actitud: simplemente observar, estudiar, mirar, sin el deseo de cambiar lo que es.
Porque si usted desea cambiar lo que es por lo que cree que debe ser, deja de comprender.
Un entrenador de perros trata de comprender a un perro de manera que pueda entrenarlo para realizar ciertos trucos.
Un científico observa el comportamiento de las hormigas sin ningún otro fin distinto de estudiar las hormigas, de aprender lo más posible sobre ellas.
No tiene ningún otro propósito.
No intenta entrenarlas o conseguir algo de ellas.
Le interesan las hormigas, quiere aprender todo lo que sea posible sobre ellas.
Ésa es su actitud.
El día que ustedes logren una actitud como esa, experimentarán un milagro.
Cambiarán, sin esfuerzo, correctamente.
El cambio ocurrirá, no tendrán que lograrlo.
Cuando la vida de la consciencia llegue a la oscuridad de ustedes, desaparecerá todo lo malo.
Lo bueno se cultivará.
Tienen que experimentar eso ustedes mismos. “
Anthony de Mello
¡Despierta!

*(egrégor) Teoría esotérica que explica una entidad o forma de pensamiento generada por la concentración de pensamientos y emociones de un grupo de personas. Símil a pensamiento colectivo involuntario.
**(resonancia mórfica) Teoría propuesta por el Biólogo Rupert Sheldrake, es una hipótesis que sugiere que los campos mórficos o morfogenéticos conectan a los individuos de una misma especie, permitiendo la transferencia de información y patrones de comportamiento entre ellos. Símil a pensamiento colectivo involuntario.
Muy Buenas Noches he sido transportista y esto me ha dado unas vivencias extraordinarias para daros una versión bajo mi punto de vista. Ya hace tiempo que estamos en la tercera guerra Mundial. Y ahora nos están preparando para la cuarta Guerra Mundial con lo desconocido el miedo. el miedo es un arma que te aterroriza y te paraliza totalmente y de esta manera no puedes decidir nada . El miedo se transmite es lo mismo que una pandemia y nosotros mismo somos con plise de todo el mal que están ya ejecutando sin piedad. Es mi opinión . La comunidad mas alegre de España es muy posiblemente es Anda, Lucia . y estamos ya con las puertas serradas alas…