Las élites: Hace miles de años, la culpa era del pueblo de al lado.
- Luis de Miguel Ortega

- hace 8 horas
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Hace miles de años, cuando la gente sufría dificultades y penas, le echaban la culpa a los del pueblo de al lado.
Luego, la tribu de los turmódigos que unía a distintos pueblos y familias, comenzó a culpar a la tribu de al lado, los vacceos, o a los vetones, según fuese necesario...
Vinieron los celtas y salvo los que se quedaron, los otros eran culpables de nuestras pestes, tristezas y cuernos.
Hasta que llegaron los cartagineses y los griegos. Bueno, esos no llegaron a mi pueblo, ni atacaron a mis turmódigos, pero seguro que manejaban los hilos del mundo para someternos a su imperio.
Culpamos a los globalistas romanos que nos invadieron pero nos trajeron su religión, inventos modernos, el agua corriente y el lenguaje, y después llegaron los bárbaros y los cristianos, y con ellos los godos, los suevos, los vándalos, los alanos que nos trajeron la oscuridad globalista de la edad media cristiana.
Llegaron a invadirnos los moros que nos trajeron su religión, inventos modernos como el agua corriente una vez más y la cultura. Mucha cultura, pero nos sometieron a su imperio globalista.
Pero quienes antes nos hubieron sometido, los globalista y cruzados cristianos, consiguieron liberarnos del opresor musulmán y establecieron fueros e impuestos para aprovecharse y enriquecerse de nuestra riquísima tierra, al igual que cortes de justicia, que expulsaron a moros, marranos, sarracenos, judíos, y mozárabes para que no se aprovechasen de nosotros, nuestras riquezas y nuestras mujeres.

Culpamos entonces a las brujas paganas, los herejes díscolos, los judíos asesinos y los moros sucios de nuestras penas, nuestra pobreza y nuestros cuernos.
Todos conspiraron contra nuestra riquísima y sagrada tierra de los turmódigos, herederos de la cultura del próspero pueblo de Atapuerca.
Al descubrir América parecía que nos iban a dejar tranquilos pero entonces conspiraron las fuerzas opresoras francesas, los ingleses, los holandeses, que querían quedarse con las riquezas de los indios, que luego vinieron a España a quedarse con las riquezas y las mujeres de los españoles. Todo muy bien organizado por las élites globalistas.
La iglesia católica conspiró para hacernos su propiedad, pero de repente, el protestantismo surge para liberarnos del yugo y los errores de católicos y judíos que querían quedarse con nuestras cosas, nuestras casas y nuestras mujeres...
Todo cambia en el renacimiento donde aparecen grupos de personas que conspiran para dominarnos y extraernos nuestra riqueza. Insignes familias se organizan intemporalmente y por separado para logar el control absoluto causandonos penas, pobreza y cuernos. Muchos cuernos.
Los Rothschild, los Rockefeller, los Illuminati, la Nobleza negra, los Jázaros, la Pachamama y el burro sabanero... Todos conspirando contra mi pueblo para controlar al mundo.
Hasta que llega la etapa de los masones que disfrazados de sociedad filosófica se cargan de dinero e influencia para conspirar contra mi pueblo!
Que rabia!
Cuanto globalismo satánico...!
La revolución americana y la francesa, terminaron de cargarnos con penas, miseria y cuernos. Y no contentos con ellos, las élites masonas intentaron construir el imperio francés ocupando el mundo con su espíritu globalista.

Un día, un borracho muy vago descubrió una verdad, y es que todos los hombres del mundo sufren y son explotados por su propia ignorancia y a manos de las elites capitalistas y religiosas. Entre chupito y chupito, Marx balbuceó unos libretos donde explicaba con todo lujo de suposiciones delirantes que la culpa era del demonio religión y del demonio capital y que deberíamos acabar con esos demonios a toda costa si queríamos vivir en un paraíso terrenal.
Pero... así de fácil.
Acabar con el capital y la religión.
Y de repente, hasta en mi pueblo, en mi tribu, la gente armó revoluciones de todo tipo para alcanzar el soñado paraíso.
Revolución armada, terrorismo, revolución obrera, revolución proletaria, revolución femenina, revolución sexual, revolución cultural... Todo para lograr liberarnos del yugo que nos oprime desde la élites. Marx crió dos hijos uno rubio de derechas y otro moreno de izquierdas que crearon familias marxistas que en una orgía imparable destruyeron mi tierra... y desde entonces gobiernan y destruyen los mismos.
Quienes beben y/o leen a Marx, saben de lo que hablo.
Todo dentro del estado!
Nada fuera del estado!
El estado por encima de todo!
Fuera el individuo egoísta!
Después de 150 años, guerras, hambrunas, transformaciones sociales, pandemias y crisis...
Las élites ocultas del capital y del vaticano siguen sometiendo a mí pueblo y causando sus males, sus penas y sus cuernos.
O quizás "las élites" sean la excusa barata de vago y del borracho que no quiere asumir la propia responsabilidad echando la culpa a otros.
Hace miles de años, la culpa la tenía el pueblo de al lado.




Que razón tienes!! Es la gran excusa, el echar la culpa a unos o a otros para no reconocer nuestras responsabilidades.
Nos quejamos de la corrupción que todo lo embarra, pero a la inmensa mayoría si se le presenta la ocasion de corromperse, de traicionar con quien se tercie a cambio de algo que le reporte beneficio lo hace sin ningun cargo de conciencia.
Una revolución moral, que dices Luis con frecuencia, es lo que necesita la humanidad.
Si la mayoría tuviéramos verdadera Integridad para nuestro pequeño mundo, nuestro día a día, nos iría bastante mejor en todo. Pero es más fácil echarle la culpa “al pueblo de al lado o a las élites”