Mary Schmich -columnista del Chicago Tribune en el 97- decía que había que tener cuidado con los consejos. Decía que los consejos son una "forma de nostalgia".
Pero debido a que el 18 de septiembre se celebraba el día mundial de la ética médica y dado que son muchas las víctimas que ha dejado la dictadura sanitaria mediante distintos expedientes disciplinarios, me veo en la necesidad de dar algunos consejos para los médicos que quieran escucharlos. Si no los escuchan, no pasa nada porque de todo se aprende.
Aquí van los 10 consejos:
Como si fueses recién licenciado, practica el arte de diagnosticar y curar . Con ganas de éxito pero también con miedo al fracaso.
Se honesto con el paciente. reconoce siempre tus límites y explícaselos siempre al paciente. Te lo agradecerá y conservarás una relación intuitu personae -de confianza-.
No hagas nada que pueda perjudicar o entristecer a tu paciente. El "non nocere" debe ir pegado en el alma del médico. Si diagnosticas, se suave pero claro. Si tratas, avisa de los perjuicios e inconvenientes. Nunca hagas un mal pronóstico para ganarte la confianza o para cambiar la actitud del paciente.
Respeta lo que es del paciente. El paciente es soberano y debe tener autonomía para saber y decidir. Si no se respeta esta soberanía, el consentimiento es viciado y moralmente nulo.
Los límites los pone el paciente y el médico. Cada acto médico debe ser un contrato donde las dos partes ponen sus límites. Recabar el consentimiento por escrito del paciente, siempre es una forma de dar seriedad a la relación.
No sustituyas al paciente por familiares salvo en casos extremos. Él es el protagonista de su vida y también de su muerte. Se pueden tener distintas vidas, pero solo se muere una vez.
Guarda silencio ante una acusación del Colegio de Médicos o de la Prensa. No tienes que demostrar lo listo que eres. No tienes que demostrar tu inocencia. Es pronto. No te anticipes. Son ellos los que te tienen que acusar.
Comparte con tus amigos lo sucedido, cuando ellos hayan cumplido todos los formalismos de la acusación . La gente que te quiere te dará un punto de vista singular que no habrías imaginado. La soledad y el aislamiento son tus peores enemigos.
Sé breve, ordenado y claro cuando llegue la hora de defenderte. No es necesario que demuestres lo buen médico que eres. Eso le corresponde saberlo a tus pacientes. Sé breve y muy claro. Aporta solo los documentos que sean imprescindibles y rebate con tono firme pero con proposiciones breves cada una de las acusaciones. Si hay que recurrir, recurre en cada oportunidad y si hay que ir a juicio, no dudes en hacerlo, pero cada cosa a su tiempo.
No te des por derrotado en caso de que pierdas. Tu éxito son tus pacientes y puedes seguir con ellos seas médico colegiado o no. Puedes hacer mucho bien fuera del sistema, igual que muchos médicos pueden hacer mucho mal dentro. Piensa que una vez fuera del sistema, eres una alternativa para muchos y tienes un valor especial.
Gracias