Este año la pascua Católica se ha separado un mes de la Ortodoxa y Judía. Cosas de calendarios, pero esta semana se recuerda también la lucha por la libertad.
Hemos hablado muchas veces del efecto Lucifer dentro de esta postdemocracia, tras una primera etapa de esta guerra que sufrimos.
Para empezar debemos dejar claro que es una guerra asimétrica e irregular, por cuanto, respectivamente, es una guerra entre dos bandos muy distintos en cuanto a capacidad (gobiernos y élites contra ciudadanos) y en cuanto el principal campo de batalla ya no son trincheras de tierra y las armas no son convencionales, sino que se trata de una guerra donde las trincheras conceptuales son la mente humana, la economía y la organización social.
Es evidente que la guerra va avanzando y alcanzando nuevas etapas y lo cierto es que la inmensa mayoría de la población desconoce la existencia de dicha guerra.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el efecto Lucifer, estudiado y acuñado por el Profesor Phillip Zimbardo, estableció que para sacar lo peor de los seres humanos, solo hace falta cumplir una serie de requisitos a saber:
Atribución de papeles a la población. La población se convierte en una amalgama de “masas” o de “clases” que actúan zombificadas y lideradas.
Inyección de normas ambiguas que generen confusión y arbitrariedad
Carencia de mecanismos de control y represión de la arbitrariedad
En su experimento, Zimbardo en su experimento de la cárcel de Stanford, cumplió los tres requisitos: (1) atribuyó etiquetas de carcelero prisionero, y los carceleros y prisioneros se creyeron su etiqueta sin cuestionarla (experimento de Ash); (2) se instruyó a los prisioneros para cumplir las normas y se instruyó a los carceleros para hacer cumplir las normas pero sin aplicar violencia física (?) (experimento de Millgram); (3) los participantes cobraron por adelantado por el experimento y había una cláusula de exención de responsabilidad para todos ellos (teoría del riesgo moral de Kenneth Arrow).
Todos conocemos el resultado y es que al sexto día, la convivencia estaba completamente desorganizada, y se tuvo que cancelar el experimento de la “Cárcel de Stanford”.
Así uno se cree rojo que debe luchar contra los fachas, o se cree disidente cuya misión en la vida es despertar a los ignorantes. Han asumido un rol. Ya empezamos mal.
Así uno no sabe qué hacer para cumplir con la ley ni sabe qué hacer para defenderse de normas absurdas. Todo es imposible y crece la inseguridad jurídica.
Así también los abusadores pueden terminar entre rejas, o llegar a ser ministros, pequeñas infracciones tienen castigos ejemplares y grandes delitos son indultados.
Atribución de etiquetas, inseguridad jurídica y falta de control de responsabilidad, es lo que lleva a una sociedad a la locura, y ese es precisamente el lugar en el que estamos.
La sanidad.
En teoría, la sanidad es un servicio público y es gratis y de calidad y uno disfruta de los servicios voluntariamente.
En la práctica en un inmenso monopolio que lucha y devora cualquier alternativa, no es gratuito sino que cuesta mucho dinero y la calidad está ausente. En cuanto a la voluntariedad, la medicina se impone bajo protocolos y el paciente no puede elegir entre las distintas alternativas disponibles, el consentimiento informado es una ficción y la responsabilidad es casi imposible. Todos los tratamientos son voluntarios pero si rechazas las vacunas, la quimioterapia, la medicación psiquiátrica o una intervención quirúrgica, puedes estar seguro de que tendrás muchos problemas, especialmente si el rechazo afecta a niños, ancianos o personas vulnerables.
Capítulo aparte merecen los Servicios Sociales, que se han constituido en una especia de administración al margen de la ley, ya que se empeñan en ser una administración no sometida a las leyes y garantías administrativas y con capacidad de violar el domicilio familiar y encarcelar a menores. Los Servicios Sociales son una maquinaria de gigantesco negocio al servicio del control social a través del miedo (expedientes) y la compra de voluntad (ayudas sociales).
La lucha contra las pseudoterapias y la expansión de los Servicios Sociales, es un síntoma claro de corrupción y de la pérdida de una libertad que no debimos abandonar.
La educación la ciencia.
La educación y la ciencia son valores universales necesarios para la libertad y el progreso a través del conocimiento. Solo con conocimiento el ser humano puede considerarse libre.
Pero en cuanto a la educación, se ha convertido en un millonario negocio al servicio del control social y el adoctrinamiento. Libros gratis tablets gratis, actividades extraescolares gratis, asociaciones de padres y madres... todo al servicio del control social y el adoctrinamiento. No existe libertad de enseñanza en el sentido de que los niños no pueden elegir ni los contenidos más adecuados para ellos, ni el profesor mas adaptado a sus necesidades. Los padres además, no les es posible crear centros educativos libres ni construir una alternativa, de tal manera que la educación se ha convertido en una especie de servicio militar obligatorio al servicio de la inculcación de una idea política.
Por otro lado, la ciencia se ha convertido también en un negocio millonario de compra de voluntades. Quien no esté al lado del Gobierno, no es subvencionado y será perseguido como un hereje. La ciencia está supeditada a la política y nada contrario a la política tiene un itinerario científico posible. Los “científicos” llegan a prosperar y llegan a ser “científicos de renombre” gracias a la complicidad política, de tal manera que solo existe ciencia al lado del Gobierno.
La criminalización de la educación libre y el homeschooling a través de los Servicios Sociales, es un síntoma de la corrupción absoluta y del abandono de una libertad que no debimos dejar
Los medios de comunicación y la cultura
La cultura y la información son facetas de la vida del hombre en sociedad. El hombre transmite libremente ideas, propone y consolida costumbres, controla las funciones del Gobierno a través de la comunicación y la cultura.
Pero en esta faceta de la convivencia humana, toda idea costumbre o cultura que se aleje del Gobierno deja de ser visible. En un mundo donde todo se subvenciona, que la fiesta de los toros sea visible o no, no es un problema de cultura o de información, sino un problema de sometimiento político. En otros países las ejecuciones públicas de seres humanos son parte de la “cultura” del Gobierno.
La libertad de prensa sigue el mismo camino. Los medios son medios subvencionados a través de ayudas, publicidad y privilegios. Sin las ayudas, la publicidad institucional y los privilegios, hoy en día no subsistiría ningún medio de comunicación de “masas”. Esta vida artificial de la prensa se debe a dos objetivos. Por una parte los medios de comunicación son medios de adoctrinamiento necesarios para un fin político. Por otra parte, esa maquinaria de adoctrinamiento debe distanciarse lo máximo posible de cualquier proyecto de información económicamente viable y así anulamos la posibilidad de competencia y alternativa, como pasa en la sanidad y la educación. La alternativa no es posible porque solo se puede existir con ayuda del Gobierno de tal manera que solo existe cultura e información al lado del Gobierno.
La lucha de clases, la lucha de sexos, las luchas políticas y religiosas son el fruto buscado de la desinformación.
La lucha contra las fake news es un síntoma de la corrupción y la falta de crítica a la hora de analizar noticias, es la clara imagen del abandono del derecho a la información.
La justicia e instituciones de control.
Una sociedad en convivencia necesita sistemas de control y de represión, resolución de conflictos e instituciones guardianas que eviten la corrupción. Así nacen respectivamente la Policía, la Justicia y el Defensor del Pueblo entre otros. Cuando no existen estas instituciones o están desequilibradas, la sociedad se descompone por la violencia y la corrupción.
La policía no es un ente al servicio del ciudadano, sino una maquinaria a las órdenes de la política y el control social, que no asume un mínimo de calidad en la prestación de servicio, ni asume responsabilidad por sus actos. Por si a alguien se le escapa, TODOS los Servicios Públicos tienen su sentido en el servicio efectivo al ciudadano y no existe la posibilidad de que un Servicio Público esté al servicio del Gobierno. Cualquier servicio público al servicio del Gobierno es corrupción. Como los carceleros de la Universidad de Stanford, deben cumplir órdenes sin más, a sabiendas de que son inimputables en la práctica.
Los jueces y fiscales, como funcionarios públicos también se han convertido en servidores del Gobierno. Cualquier juez o fiscal que desee discrepar, sabe que tendrá reproches y que su prosperidad depende más de su complacencia con el gobierno actual o futuro que su honestidad y buen hacer. Como el científico, sabe que su existencia depende de que se centre el lo políticamente correcto y si recibe instrucciones de vacunar, encerrar, confinar o multar a padres por homeschooling, lo hará independientemente del derecho, porque todo Derecho es interpretativo y tienen garantizada la impunidad mientras estén al lado del Gobierno.
La Jefatura de Estado, el Defensor del Pueblo o el Tribunal de Cuentas, son ejemplos de instituciones guardianas cuya misión es reequilibrar los poderes del Estado y evitar la corrupción. El jefe del Estado se ha convertido en un pelele exangüe, el Defensor del Pueblo elude toda función de control (incluso en la pandemia se permitió el lujo de ponerse del lado del Gobierno sin chistar) y el Tribunal de Cuentas elude su obligación de controlar el Tesoro y esa contabilidad basada en el principio de realidad tanto en los ingresos como en los gastos del gobierno que ha llevado a este país a la más absoluta insolvencia. La deuda pública tiene un origen, un beneficiado y unos efectos, pero el Gobierno nunca asumirá responsabilidad. Mientras tanto, la masa pide más mano dura...
Los privilegios de la casta policial y judicial, son un ejemplo de corrupción y la impunidad con la que se detiene y encarcela a inocentes en este país y es tan evidente como la impunidad de los delincuentes habituales políticos o no.
La industria (alimentos, medicinas...) y suministros básicos (luz, agua, gas, combustible, internet, teléfono...) El trabajo.
La sociedad necesita un tejido empresarial que provea de bienes y servicios que cada particular no puede satisfacer por sí mismo. Solo así, mediante la especialización de funciones, la sociedad puede avanzar.
El Gobierno ha parasitado todo el tejido empresarial de bienes y servicios, de tal manera que no puedes acceder a nada que no esté “homologado” por el Gobierno. Eso que se puede equivocar con el control legítimo, es una simple maquinaria de corrupción donde solo pueden subsistir las empresas de productos y servicios que suponen un apoyo al Gobierno. Cuando una de estas empresas, la que sea, tiene problemas, recibe ayudas. Cuando una de estas empresas teme a la competencia, recibe privilegios que le permiten acabar con el competidor. ¿Puedes crear una industria farmacéutica, tabacalera, automovilística, etc. de manera libre? No. Debes pasar primero por la caja del Gobierno. ¿Puedes crear un hospital, unas escuela o una universidad libre? No. Debes pasar por la caja del Gobierno. Y esto tiene un nombre. Cuando existe libre empresa y libre mercado pero los bienes de producción están supervisados se llama socialismo. Pero cuando además los bienes de producción está supeditados al interés del Gobierno se llama Nacional Socialismo.
Las eléctricas, gasísticas, telefónicas, petroleras, y especialmente la industria química son un síntoma de una vida controlada por el gobierno. Los transportes públicos, o gestionados mediante subvenciones, son un sistema de corrupción absoluta.
Así, se constituyen las “élites extractivas” que en régimen de monopolio (cártel), proveen a la sociedad de los bienes y productos que desea el gobierno y al precio y bajo las condiciones que establece el gobierno.
Por otra parte el derecho al trabajo se ha convertido en una carrera de obstáculos y regulaciones que hacen imposible el autoempleo. Quien lo consigue ve cada más como mas de la mitad de su producción es captada por el gobierno. Quien trabaja por cuenta ajena obtiene el mismo sangrado, siendo el Gobierno el principal explotador y esclavista.
Los monopolios industriales basados en derechos industriales, concesiones o ayudas, son un síntoma de corrupción y establecen una dependencia insalvable para los ciudadanos, los agricultores y ganaderos. Vivimos en una sopa tóxica de la que solo se nutren las élites extractivas que prohíben fumar, pero no prohíben los aditivos del tabaco por ejemplo.
El dinero, la banca y los seguros
La libertad y la seguridad de los ciudadanos en una sociedad moderna y próspera depende en gran medida de que las transacciones económicas se realicen de una manera ágil y con garantías. El dinero es la institución atávica que permite el intercambio de bienes y servicios y ha hecho posible la prosperidad desde hace decenas de siglos. Sin dinero, la sociedad no puede funcionar, pero el dinero cuando pierde sus notas definitorias y no ofrece garantías no es más que parte de la corrupción del Gobierno.
La banca hace fácil la rapidez de las transacciones y el seguro permite a los ciudadanos asumir riesgos que de otra manera no podría asumir como conducir un coche o sembrar dos hectáreas de grano. Sin bancos y sin seguros, la vida económica se hace imposible.
El dinero ha pasado de ser una institución social libre a ser más y más intervenido por el Gobierno, no solo en cuanto a su valor sino además sobre su garantía. El dinero ha perdido el valor por cuanto el dinero de hoy, no sabemos lo que valdrá mañana. La inflación, esa gran desconocida de Christine Lagarde tiene una causa concreta: la manipulación del Gobierno, pero el Gobierno nunca asumirá la culpa.
Con los bancos ha ocurrido lo mismo que en el resto de áreas económicas. La intervención política ha hecho que sea imposible crear un nuevo banco o una nueva aseguradora sin el apadrinamiento del Gobierno. Es la sociedad en conjunto la que pierde la seguridad jurídica y monetaria para el libre y ágil intercambio de bienes y servicios, en un sistema bancario y de seguro entre “sovietizado” y “nazificado”.
El monopolio del dinero, la banca y el seguro, es un síntoma de corrupción publica y el hecho de que se criminalice la elusión fiscal pero se proteja el despilfarro de dinero público es el síntoma más alarmante.
Las ideologías y creencias religiosas
El ser humano necesita creer. Tiene derecho a la libre búsqueda de la verdad y de la felicidad. Todos creemos cosas. La inmensa mayoría de las cosas que pensamos y decimos, no son hechos sino creencias. La mayoría de las cosas que hacemos, las hacemos por nuestras creencias. La grandeza del ser humano se mide por las ideas y las creencias que tiene, enfocadas hacia la virtud o hacia el vicio, y la libertad de creencia es determinante a la hora de construir una sociedad libre en valores y una responsabilidad por los resultados. La virtud, solo es virtud si es libre. Una sociedad correcta bajo una dictadura no es una sociedad virtuosa igual que un asesino en la cárcel, por el hecho de no matar, no se ha convertido en virtuoso.
En este sentido, la criminalización de las ideas y las creencias, no ha hecho ningún bien a la sociedad. Entendiendo que la gran mayoría de la sociedad posee valores morales positivos, es precisamente la criminalización de las ideas que permite el nacimiento de rasgos totalitarios y perversos en la sociedad. En definitiva, los rasgos totalitarios y destructivos de la sociedad, no nacen por la libertad del ser humano para creer y actuar, sino por la corrupción del sistema político y la acumulación de poder. Vivimos en una realidad donde los asesinos y violadores nunca serán mayoría salvo que los apoye el Gobierno y solo existe la posibilidad de vivir bajo un gobierno manejado por una minoría de criminales, si éstos acumulan poder dentro de un estado fallido.
La criminalización de las ideas y las creencias, va destinado precisamente a eso, a evitar un centro moral y libre donde el debate sea la manera de ejercer la libertad. No importa que esa criminalización venga de una tendencia conservadora, progresista o religiosa. Su destino es siempre el mismo, evitar que una pequeña banda de criminales sea desplazado del negocio del Gobierno. O dicho a la inversa: la criminalización de las creencias y de las ideas es lo que permite a una pequeña banda de criminales controlar un país.
La sustitución de las creencias y las ideas por la ciencia y el consenso, es un claro síntoma de corrupción y el hecho de que se desprecie cualquier forma de religión o de una aceptada visión social de que las religiones entre sí son incompatibles demuestra lo corrupto que está el mundo de las ideas.
La guerra cognitiva está dirigida a controlar el alma y la voluntad de los ciudadanos, y esa batalla ya está perdida desde hace muchos años. La gente grita por una sanidad y una educación pública, por una cultura correcta, por unas instituciones representativas y por un mayor control de la empresa, el dinero y las creencias. El ser humano ha sido infectado, parasitado y convertido en un ser mostrenco que carece de supervivencia fuera de la actividad del gobierno y pide más regulaciones y más ayudas para todo. Esta guerra cognitiva ha invadido el espíritu humano y le ha vuelto descreído, paranoico, inseguro y dependiente de sus captores, y lo ha colocado en modo supervivencia... como ocurre en cualquier otra guerra o secuestro.
No hay disparos por las calles ni hay ejecuciones públicas y por eso a la gente le cuesta creer que estemos en guerra ya que compara la situación actual con las guerras militares que hay en Ucrania o en Palestina donde la destrucción también es física.
En la historia de la humanidad han existido dos modelos de guerra. Las que su finalidad era destruir al adversario, y las que trataban de esclavizar al adversario, y no es mejor una que otra.
La solución la da también Zimbardo.
Pequeños gestos, pequeñas iniciativas y especialmente la pequeña resistencia que es necesario para no vivir como un autómata bajo las órdenes del "enemigo" o del "secuestrador" (estado totalitario).
Y (cuño propio)...
Vivir con Escepticismo alejado de cualquier radicalidad y especialmente del deseo de “enseñar” a otros la “verdad”.
Vivir con Estoicismo alejado del descontrol de las pasiones, de querer cambiar la realidad, de luchar desenfrenadamente contra otros y centrarse en la propia vida.
Vivir con pasión por la Serendipia, la epifanía de descubrir un milagro en cada rincón de la vida, en cada ser, en cada acontecimiento, y ver en ello la más absoluta esperanza.
Vivir con Metanoia alejado del determinismo y la desesperación, ya que en verdad, el
mundo cambia cuando nosotros cambiamos y no al revés.
Mientras tanto, felices pascuas!
Hola:
Muchas gracias por el artículo.
Tengo que decir,que no lo he leído de un "tirón",porque necesitaba un respiro para asumir tántas injusticias. Es por esto que no veo ,ni escucho la TV, porque no me deja espacio para asumir una noticia cuando,llega la siguiente sin poder reflexionar y no es mi manera de conducirme, necesito reflexión y discernimiento, aparte de verificación, en la medida que puedo.
Se han publicado (desde hace unos años),tántas novelas juveniles y películas de ficción sobre este tema, que al final, se ha hecho realidad.
El mundo lo construímos nosotros decía un filósofo,y a fé que así está ocurriendo, por desgracia, desde mi punto de vista.
Suerte, que hay muchas personas de pensamientos (y Acción)…
Pues una clara descripción de lo que esta pasando, desde el 2020, aunque ya venía de atrás... es como nos está tocando vivir, desde una disidencia, a veces, ficticia, pues hay muchos, que toman mal partido de lo que es su pensar... gracias Luis
Fantástico repaso!
Mi enhorabuena, por tu visión de la realidad que estamos viviendo. Toda una propuesta para vivir y relacionarnos en dignidad hoy.
Extraordinaria descripción, clara y concisa, de la realidad en que estamos inmersos.
Gracias Luis
El resultado de haber prostituido todos los servicios , donde en la piara tod@s se pelean por quién come más .
Una radiografía perfecta de est@s que nos gobiernan , donde participan todos los partidos " PP$0€CIUP0D€V0X"