En Domingo de Ramos celebramos la confusión de los ciudadanos de Judea, que pensaron en Emmanuel (conocido más adelante como Jesús y como Jesucristo), como un líder político que iba a liberar a los judíos del yugo romano.
Otra lectura es que en esos momentos Jesús es reconocido como Rey por las multitudes, pero sí, esas multitudes que prefirieron liberar a Barrabás y que abandonaron a Jesucristo en la cruz. Un día que representa la llegada de Jesús a Jerusalén, aclamado por todos mientras cruzaba las calles de la ciudad. Los seguidores de Jesucristo le recibieron contentos por el camino mientras gritaban “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.
En la esperpéntica realidad política, cultural y religiosa de la época, la estampa no podía ser ni más ni menos que sorprendente incluso para los apóstoles al ver a esos seguidores salir de no se sabe donde, para días más tarde esconderse sin saber por qué. Es lo que tienen las masas irracionales, seguidoras de líderes político espirituales...
(el número de seguidores no lo es todo...)
Como quiera que sea, el Domingo de Ramos da inicio a la Semana Santa que representa la Pasión, Muerte y Resurección de Jesucristo y que constituye una parte importante del mensaje de fe, esperanza y caridad del cristianismo.
Desde la más absoluta humildad y respeto por las creencias de todos, mi idea del Domingo de Ramos es la siguiente:
Es un día de reflexión y celebración donde debemos revisar no solo nuestras creencias sino también nuestro compromiso con ellas.
Es un día de fiesta en el que podemos celebrar que por encima del reino de lo material y lo político, hay una realidad trascendente que todo lo empapa.
Es un día para reconocer que en este drama cósmico, todo tiene su momento y su lugar y que solo al final de la historia, podremos reconocer que todo ha sido para bien y ocurrió dónde y cuándo debía ocurrir.
Es un día para celebrar una historia espiritual que se urdió para acompañar a la humanidad con un mensaje de paz y de amor.
En aquellos tiempos Emmanuel, fue aclamado como Rey para poco después ser abandonado... y se nos recuerda cada año en una especie de "que no te lo tenga que volver a recordar".
Hoy es fiesta. La fiesta de la alegría y el compromiso.
PD: Consejos vendo y para mí no tengo...
Sin comentarios... Me ha encantado leer lo que has escrito, muchas gracias por tu elocuencia.
Me apropio del primer punto.
Muchas gracias.
"Es un día de reflexión y celebración donde debemos revisar no solo nuestras creencias sino también nuestro compromiso con ellas."
Gracias saludos 👍
Al final , durante todo el proceso de vida , hay miles de mensajes “ subliminales”. En mi opinión , lo difícil es ser consciente de ello y aplicarlos durante la vida ( desechando la paja del grano) . Gracias Luis