Después de más de dos años de descarada dictadura, una cosa está clara:
La poca dignidad que le quedaba a la justicia ha transformado una pretendida "independencia judicial" en un autoritarismo judicial sin precedentes, donde lo importante es mimetizarse con las instrucciones políticas y evitar problemas.
Hace unos días el periodista Don César Vidal recordaba la teoría Aichman para explicar el comportamiento de los funcionarios de la Agencia Tributaria. Pero lo cierto es que esta "banalidad del mal" explicada por Hannah Arendt, es mucho más visible y cruel entre los operadores jurídicos.
Letrados de la Administración de Justcia, Abogados del Estado y de Comunidades Autónomas, Fiscales, Jueces y resto de funcionarios, se obstinan en cumplir y hacer cumplir las más descabelladas instrucciones políticas disfrazadas de "medidas de salud pública".
Hemos probado desde el inicio a través de decenas de pleitos de todo tipo, que las pretendidas "medidas de salud pública" carecen de justificación técnica, científica, económica y jurídica y tan solo son parte de una guerra psicológica de desgaste en la que el objetivo es que la porblación sufra el sufiente estrés y desasosiego que no pueda pensar en las consecuencias económicas y de todo tipo que sufrirán nuestros nietos gracia a las decisiones que están tomando.
Marta Sibina, ese agente doble "Soros - En Comun podem" ha saltado una vez más como aliada del Gobierno en este vodevil de atronadora manipulación social pidiendo más "estrés social". probablemente me equivoco y lo que estaba diciendo es que quiere la paz y la felicidad para todos, pero no he sabido entenderlo porque su discurso es idéntico al de Alinsky, al de Goebles, al de Soros y al de Sánchez.
En esta pantomima y en la generación de estré social, juega un papel muy importante la Administración de Justicia forzando la máquina hasta el límite en la imposición y complicidad con las medidas del gobierno que dan por buenas sin debate ni comprobación como en los tiempos de la Segunda República o en la Dictadura.
Veamos un ejemplo.
1) El Gobierno en su afán de humillar y estresar a los menores, impone unas medidas tan ridículas y perniciosas como innecesarias (mascarillas, geles, temperatura, ventanas abiertas, etc.)
2) A los niños que no pueden asistir a clase en esas condiciones se les deniega el derecho a la educación bajo cualquier alternativa.
3) A los padres que se resisten a las medidas se los acusa de poder estar cometiendo un delito y se les amenaza con un proceso penal.
4) La administración educativa actúa al margen de las garantías cívicas y del derecho a una buena administración.
5) Los Servicios Sociales actúan como policía política y al margen de cualquier transparencia y garantía.
6) La Fiscalía se entromete en las funciones del Gobierno y actúa como catalizador de la corrección política, inventando procedimientos y normas, promoviendo denuncias contra padres y demandas de los más absurdas.
7) Los letrados de Administración de Justicia proveen la forma de que las acciones públicas se aceleren al máximo con la máxima permisividad, mientras que los rescuros privados se obstaculizan y retrasan a placer.
8) Los jueces se encojen de hombros y dicen "Es lo que dice la Junta de Jueces" "es lo que dice el Gobierno" y juzgan en interés de lo políticamente correcto y adecuado para ascender o cuando menos no tener problemas.
9) El Tribunal Constitucional solo admite y juzgad cuestiones políticas en beneficio del sistema de partidos.
10) Los Defensores del pueblo duermen plácidamente a la sombra dell cargo y de las fantásticas retribuciones a cambio de su crónica complacencia.