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Se llama Chloe

Actualizado: 19 may 2023


Tiene 15 años

y vive en el extrarradio de una gran ciudad. Hija de madre soltera no ha tenido una infancia fácil ni ha disfrutado de más lujos que vivir en su pequeña familia en paz.

A medida que avanzaba la pubertad, como cualquier otra jóven aparecen los roces en familia, algo natural. Y las discusiones se suceden con total normalidad, como habitualmente suceden entre madres e hijas, entre padres e hijos y viceversa. Crece en un mundo áspero pero feliz donde las cosas funcionan, sobra información, hay ayudas para todo, algunos políticos son mejores que otros, la policía persigue a los malos y los jueces imparten justicia.


2021.

Un día más, hija y madre se pelean y llegan a golpearse, la violencia se descontrola y los funcionarios se empiezan a frotar las manos. Han recibido órdenes de acabar con la violencia doméstica y tienen protocolos "especiales" para atajar la violencia de los hijos contra los padres. Todos sabemos quien tiene la culpa y lo que hay que hacer. Del parte policial pasamos a la justicia de menores: Jueces de menores, fiscales de menores, servicios sociales de menores, equipos psicosociales de menores, agencias para la reeducación y reinserción de los menores, clones todos de Don Emilio Calatayud que saben a ciencia cierta que lo que necesitan los menores es mano dura y aprender a respetar a la autoridad, por las buenas o por las malas... por el interés superior del menor.


Sin saber cómo, madre e hija se zambuyen en una burocracia judicial -del menor-, esa burocracia judicial -del menor- que para proteger a los menores los desnuda de derechos y de dignidad. Un sistema especial para seres especiales que carecen de conocimiento, de juicio, de sentido común y algunos dirían y creerían, sin alma humana: son solo niños y no sienten dolor. La madre no tiene abogado. La niña tiene abogado de oficio a la que no conoce ni ha hablado con ella. El proceso se lleva con toda normalidad, en esa normalidad en la que le dicen a los menores que el castigo será menor si reconocen la culpa. Que no merece la pena defenderse, para no empeorar las cosas. Que la palabra de un niño, como la de un hereje, no vale nada.... ¿para qué celebrar un juicio si todos sabemos la maldad de los adolescentes de hoy en día? La inquisición tenía una estética mucho mejor.

Chloe va a un centro de "protección" de menores porque conviene "reeducarla" a golpe de medicación psiquiatrica, porque la adolescencia se cura con antipsicóticos y sedantes. Reeducarla a fuerza de imponer una convivencia involuntaria, una socialización coercitiva, una domesticación propia de un animal salvaje. Te guste o no te guste, esta es la forma en la que cuidamos de ti. Por tu bien. No lo entiendes y nunca lo entenderás, pero "lo hacemos por tu bien", mientras los funcionarios se frotan las manos ante la expectativa del placer sádico de domar a una bestia.


2022.

Se dicta sentencia. La menor no sabe ni como ni por qué, quién ha sido su abogada de oficio ni cómo se ha llegado a esa situación, 9 meses en un centro semiabierto de menores y 3 meses en libertad vigilada. Si cumple con doce meses de libertad vigilada también vale. Es un lujo lo que le proponen si no fuese porque las palabras no significan lo mismo cuando se trata de centros de menores. Centro semiabierto es un centro de internamiento involuntario y libertad vigilada es un centro de internamiento involuntario.

Automáticamente se retira la tutela a la madre y ésta pasa a ser de la agencia pública. Ni la madre ni la menor saben cuál es el plan de tratamiento, cuál es el reglamento del centro, cuáles son los derechos y deberes de los menores; cuál es el reglamento disciplinario; cuál es la relación de especial sujeción entre la Agencia y la menor... y lo primero que le dicen en septiembre de 2022 es: "estás aquí porque tu madre ha querido".


Yo me enfadaría y me comprenderíais. Chloe se enfadó pero es una menor. No importa. El poco respeto y el vínculo familiar se rompe aún más en favor de la reeducación y el bienestar y el interés superior del menor. Después de todo, lo mejor para los funcionarios, es romper los vínculos familiares de la menor con la madre, no vaya a ser que quiera marcharse del centro y hacer las paces con la madre.

En definitiva, si conseguimos que Chloe tenga bien floridas las emociones negativas de tristeza porque su madre la ha traicionado; miedo ante el futuro; ira contra la familia; y asco por la vida, tendremos a un ser eficientemente neutralizado al que podremos mantener anestesiado con drogas psiquiátricas. Tiene ansiedad, tiene depresión, es bipolar o tiene algún brote psicótico. No importa, porque a todos les ponemos el mismo cóctel.

La convivencia así con su madre, una hora a la semana y bajo vigilancia, no puede ser un terciopelo sino una lija... mientras los funcionarios se frotan las manos ante la expectativa de estar consiguiendo el objetivo de hacer manejable y dócil a la menor. La relación madre e hija se deteriora cada día más ante las falsas miradas atónitas de los funcionarios, hasta que un día se consigue un paso más. La madre sufre por una situación incomprensible en la que piensa "los Servicios Sociales me están robando a mi hija" y "necesito un poco de espacio para encolar las piezas de mi vida".

Cada tres meses Chloe tiene una videconferencia con el juzgado, y cada tres meses se da cuenta de que no conoce a su abogada. "será así como funcionan estas cosas".



2023.

La madre muestra su sufrimiento por lo que no comprende y automaticamente los funcionarios le dicen a Chloe: "tu madre no quiere verte más". Como te lo cuento. Brutal. La madre no sabe qué ha pasado y Chloe tampoco, pero aguantan lo poco que queda.


16 de mayo de 2023.

Con 15 años un día Chloe aprovecha una salida para escaparse y volver a casa con su madre. Creía que estaba en un centro de menores porque su madre lo quería... pero si volvía con ella y se reconciliaba ¿qué problema habría?

Esa misma tarde comenzó el protocolo de fuga y se desplegó el dispositivo para capturar a la peligrosa criminal que quiso ir a ver a su madre y reconciliarse con ella.

Pimero hablan con la directora del centro. Luego va la policía a su domicilio.

Al día siguiente hablan de nuevo con la directora, luego con la ayudante de la fiscalía del menor que gestiona su "reeducación". Sigue con la psicóloga y luego con el oficial del Juzgado de menores y a todos les dice lo mismo:

1) No sé por qué estoy en un centro de reeducación.

2) Nadie me ha dado ninguna resolución judicial.

3) No conozco a mi abogado de oficio.

4) Nadie me informa de mis derechos ni de mis obligaciones.

5) Hay una habitación de castigo en el centro y no quiero ir a ella.

6) Tengo derecho a un abogado que me defienda y tengo derecho a oponerme a cualquier medida que me afecte.

7) Estoy harta de que me obliguen a tomar anticonceptivos y medicación psiquiátrica...

TODO queda grabado. Uno siempre se sorprende del comportamiento de la mayoría de los funcionarios cuando están en su ecosistema natural, rugiendo amenazas, bramando desprecios y espetando groserías.


18 de mayo de 2023.

Chloe y su madre deciden volver al centro y avisan. No obstante el protocolo de fugas se mantiene y la policía va a buscar a la madre a su puesto de trabajo. Chloe va a volver, ya lo ha dicho, pero hay que forzarla. Su madre la acompaña al centro. Las dos están tristes y angustiadas. No saben encajar esta realidad, porque quizas fuese más fácil encajar una ficticia ilusión de odio mutuo que la realidad de vivir en un mundo tan salvaje.

Llega a las 10 de la noche al centro. Separan a su madre, la retiran el movil, le acercan las pastillas psiquiátricas y mientras la dirigen a la habitación de castigo, le dicen "ahora prepárate"...

Hay constantes en la física que son inmutales como la velocidad de la luz y la velocidad con la que una adolescente se zafa, hace un requiebro, corre, vomita las pastillas y vuelve a la libertad de la calle.

Corre.

Corre.

Corre.

Y alcanza a su madre en la boca del metro.

Esto complicará aun más las cosas, pero saben que no van a dejar de luchar y se van nerviosas a casa sabiendo que la maldita maquinaria de protección de menores caerá sobre sus cabezas para intentar privarlas de toda dignidad y defensa, pero ellas saben, porque lo han vivido, que deben ser listas y rápidas, y que llamar al 112 -y grabarlo- para denunciar el maltrato sufrido en el centro facilitará que al final se sepa la verdad de esta maquinaria infernal de destrozar familias y secuestrar menores por el mero interés económico y polítco, por parte de unos funcionarios que apagan sus complejos y angustias mediante el sadismo.


17.000

En España hay casi 17.000 niños, niñas y adolescentes que viven en algún centro para menores de edad. La gran mayoría llegó a esas instalaciones de manera temporalmente indefinida, sin un procedimiento con garantías, con la excusa de protegerlos de situaciones de abandono, maltrato, soledad o negligencia en los cuidados.

Muy pocos volverán con su familia biológica, porque el propio sistema destruirá el arraigo familiar, los lazos afectivos y la familia extensa, de forma que, para muchos, las residencias serán lo más parecido a un hogar que tengan hasta que cumplan la mayoría de edad, que es cuando finaliza ese recurso de acogida que les brinda alojamiento, manutención, escolarización y atención sanitaria.

La reeducación y la reinserción es puro marketing: Todo se alarga y se cronifica porque el sistema necesita mantener una industria del desamparo que aporta importantes beneficios a los amigotes de los cabecillas de las Administraciones. La reeducación y reinserción de los menores es tan mala como la cura del cáncer. No es negocio. Y si no está roto, pues lo rompemos.

La mayoría serán psiquiatrizados de manera indefinida mezclando sedantes con antidepresivos y antipsicóticos que los volverán seres inestables y violentos. Las chicas serán sometidas a anticoncepción involuntaria porque nadie quiere un "disgusto". Pero bueno, en caso de disgusto, todos sabemos lo que podemos hacer con una menor tutelada, psiquiatrizada y sin asistencia familiar ni letrada...

Ninguno conocerá sus derechos y solo conocerán una única obligación: obedecer a la autoridad.

Ninguno por cierto, conocerá cuál es el plan de trabajo o cuáles son los objetivos de la pretendida reeducación. Como decía el sabio, "cuando el alumno esté preparado, el maestro aparecerá", pues en este caso "tú estarás pendiente de reeducar mientras yo necesite tener tu cama ocupada y reciba dinero por ello".

Alguno con menos suerte, pasará de las drogas psiquiátricas a otras no legales.

Alguno hará lo que sea para conseguir favores o un poco más de dinero para pequeños caprichos. Para todo ello, tendrán la ayuda de valientes monitores y funcionarios que en el empeño de garantizar el interés superior del menor, los ayudarán a aliviarse de vez en cuando y hasta obtener recompensas.

"Aumentan las denuncias de abusos y explotación sexual de menores tutelados en España" dice TVE. Los últimos casos se han registrado en Madrid, Baleares, Comunidad Valenciana y País Vasco.

“Hay explotación sexual en todas las comunidades”.

“Los responsables políticos de los sistemas de protección a la infancia si son rigurosos tendrán que reconocer que hay situaciones de explotación sexual en la infancia y en la adolescencia en todas las comunidades” confirma el sociólogo Lluís Ballester.


Y en medio de esta basura, el negocio de los servicios públicos, el negocio de los funcionarios, el negocio que se hace con dinero público para beneficio de políticos y amigotes de polìticos. Si de cada menor internado sacamos 3.000 euros al mes, esto hace 612 millones anuales solo en internamientos, y eso al 3% de comisión deja a los líderes unos 18 millones de euros al año...



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9 commentaires


Membre inconnu
08 juin 2023

Un verdadero horror!😢

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Qué dura realidad y qué fuerte para asimilar… Yo, por mi parte, espero cuando termine la carrera (Educación Social) poder participar en cambiar las cosas. No me gustan muchas cosas que veo y leo, así que pondré de mi parte para ser honesta y hacer algo mejor por la gente que lo necesita. Porque la clave, en mi opinión, es hacer las cosas mejor, y con corazón, no peor.

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Membre inconnu
20 mai 2023

Me pregunto Cómo combatir éstos desmanes demoníacos... pervertidos hasta la médula...

Cómo abrir el tanque y qué salga la podredumbre

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lausafasa
lausafasa
19 mai 2023

Es difícil agradecer algo tan grande como lo que tu haces, Luis.


Dar luz a estos hechos tan graves.

Empezando por la excelente descripción que no deja escapar de la trama. Y tu empatía con el drama a cada paso, que no deja indiferente.


Leyendo tu extenso artículo sin poder ni percatarme de ello, las emociones me invaden y es imposible no ver el amasijo de dolor que se causa gratuitamente, diariamente y sin que nadie pague por ello. Invisible para la necia y engañada sociedad.


No es sólo lo que cuentas, sino como lo cuentas. Y eso es muy importante.


Gracias a ti, podemos verlo de cerca.

Gracias por tu apoyo a los más débiles.

Y espero que Chloe…

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Membre inconnu
19 mai 2023

Gracias por poner sobre la mesa este gran problema. Hay muchos menores viviendo un calvario y, algunos, en situaciones aún peores

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