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Telegram

Actualizado: 27 mar


Esta semana se ha revolucionado el hormiguero del Télegram y algunos han sentido que Télegram es un Derecho Fundamental y que sin télegram no podemos vivir, somos menos persona y se nos evapora la vida. "La vida es emífera" decía L.A. de la Viuda.


  1. Hace unos cuantos años alguien suplantó la identidad de una persona en Télegram y se vinieron insultos, amenazas, groserías, ofensas etc. en e, cuentas, canales y grupos de telegram -solo un caso de entre miles-. En solo este caso ha habido varios procedimientos administrativos y judiciales de denuncias cruzadas entre sus protagonistas, desde pederastia a prostitución, todos ellos honorabilísimos y competentísimos activistas sociales y luchadores contra la tiranía. Pues bien, todo ese grupo de personas, de honorables activistas, llevan tres años perdiendo tiempo y dinero en juzgados cruzando denuncias por unos mensajes en Telegram.

  2. Desde hace tiempo, en telegram cabe todo. Insultos, amenazas, suplantaciones de identidad, estafas, pornografía y noticias falsas de todo tipo. Que si RealRawNews, que si Quanon, que si sombreros blancos, expediente Royuela, ExJuez Presencia, que si grafeno y microchips por todas partes, que si túneles llenos de niños, lagartos extraterrestres, etc. Por Télegram.

  3. Hemos pasado de un apocalipsis a otro sin solución de continuidad y todo gracias al Telegram. Cada semana e incluso cada día, una fase más del apocalipsis gracias al Télegram.

  4. Antes de la pandemia, alguien siguiendo instrucciones de la “comandancia” suplantó la identidad de otra persona y vendía en su nombre botellas de clorito de sodio a un precio de 400 euros. 400 euros es el límite entre la falta y el delito y descubrimos que había algún agente encubierto utilizando a ratillas de internet para perpetrar un plan mediante el cual detener y encarcelar a una persona acusándola de estafa. No lo consiguieron. Este intento de implicar a esta persona en un delito de estafa, se volvió a repetir en redes sociales e internet. Todo ello en Telegram.

  5. Mas tarde, otra persona suplantó la identidad de una famosa doctora y de su movimiento y publicitándose en Telegram consiguió simular una estafa. Una persona fue estafada con 3000 euros por alguien que se hacía pasar por la Dra. Lo detectamos y el auténtico estafador se delató a sí mismo, lo denunciamos y estamos pendientes de instrucción. Neutralizado ese ataque, los piratas que intentaban incriminar a la Dra. en un delito de estafa, volvieron a insistir. Todo ello por Telegram.


Cada día miles o millones de personas, se conectan al Telegram para recibir su dosis de emociones fuertes. Algunos son adictos a la ira, otros a la lujuria, a la tristeza, el asco o miedo.

La dosis entra cada día y rellena esa parte del alma que se siente vacía, de manera automática y gratuita.

Cada vez son más las personas enganchadas al camello del Télegram hasta el punto que han confundido la realidad con el Télegram,

Confunden la vida en sociedad con el Télegram, el activismo con el telegram y la relevancia social con el Télegram. Hemos llegado a participar en movilizaciones sociales de ayuda cuando los ancianos más cercanos sin Télegram sucumbían en la tragedia porque si no tienes Télegram no podemos ayudarte.

Habría otras formas de satisfacer esos vacíos del alma, pero Télegram nos da la dosis cada día de forma gratuita y rápida que alivia nuestra soledad, nuestra “nadiedad”, nuestra angustia.


Como buenos yonkis de la emoción barata, parten de la premisa “tranki colega que yo controlo, porque yo puedo dejarlo cuando quiera”, pero todos sabemos que el yonki lo dice, pero a sabiendas de que sabe que no es verdad.

Dosis de:

  • Miedo

  • Ira

  • Tristeza

  • Asco

Cada día retribuciones neuróticas a comportamientos inadaptados de

  • falta de responsabilidad personal,

  • necesidad de aprobación,

  • rigidez y convencionalismo,

  • culpabilidad,

  • preocupación,

  • miedo a lo desconocido o ajeno,

  • lucha por la "justicia",

  • procrastinación,

  • dependencia,

  • violencia, etc.

Vivimos como neuróticos y Télegram nos refuerza nuestras taras y nos premia por ellas con dosis diarias de emociones que nos autojustifican.

"No puedo hacer nada, porque todo esto me produce * (miedo, asco, ira o tristeza)".


Es tal la adicción a las redes sociales que la gente enganchada a cualquiera de ellas, cree que son parte o extensión de su personalidad y de sus Derechos Fundamentales. Han llegado hasta ese extremo.

Un Juez decide bloquear la red social creada y mantenida por dos desconocidos bajo ningún contrato recíproco, y ninguna garantía, propietarios de facto de nuestros datos y conversaciones sin ningún control, y la gente estalla en una movilización histérica con el pánico de quien sabe que no podrá soportar el mono. ¡Qué pena! ¡Hasta dónde hemos llegado! Se han planteado acciones de reacción, denuncias, querellas, recursos, demandas... por el derecho a mantener al camello de las dosis de emociones...


Estamos en medio de una guerra cognitiva y las redes sociales no están en el bando de las víctimas, sino que son una herramienta de control absoluto. La gente no quiere entender que las redes sociales son herramientas que se han de usar con cuidado y bajo la premisa contraria a “es una red segura”, porque en esta guerra cognitiva, no existe ninguna red segura.




GUERRA COGNITIVA

La guerra cognitiva busca cambiar lo que la gente piensa y su forma de actuar. Los ataques contra el dominio cognitivo implican la integración de capacidades cibernéticas, psicológicas, la ingeniería social y la desinformación. Su objetivo es sembrar disonancia, instigar narrativas conflictivas, polarizar opiniones y radicalizar grupos.

Los intentos adversarios de manipular el comportamiento humano presentarán un desafío duradero para la defensa y la seguridad. Esta amenaza emergente de la guerra moderna va más allá de controlar el flujo de información. Por todo ello se intenta una iniciativa, que pretende encontrar soluciones innovadoras para proteger el dominio cognitivo contra ataques mediante nuevas tecnologías.


  • A partir de la primera década del siglo XXI, se han iniciado diversas iniciativas en el estudio del cerebro; según los médicos chinos Hai Jin, Li-Jun Hou y Zheng-Guo Wang, la Unión Europea (UE) orientó su programa Human Brain Project (HBP) a modelar y simular el funcionamiento del cerebro usando supercomputadoras.

  • Por otra parte, China con su Brain Project busca identificar los principios neuronales de la cognición y desarrollar medios novedosos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cerebrales importantes y tecnologías para la inteligencia computacional del cerebro.

  • A su vez, Estados Unidos ha centrado su esfuerzo en explorar la actividad y funcionamiento de cada neurona con el propósito de elaborar un mapa completo del cerebro a través del programa The Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies (BRAIN).

  • La investigación del cerebro se ha materializado dual, desbordando al campo militar, en palabras del Dr. James Giordano, Jefe del programa de estudio de neuroética de la Universidad de Georgetown, “el cerebro será el campo de batalla del futuro”.


La guerra cognitiva se libra en el campo de batalla de la mente humana y “el dominio cognitivo debería convertirse en el sexto dominio de operaciones”.

La competencia informacional y tecnológica en los últimos años entre estados se ha convertido en una estrategia cognitiva constante. En esta guerra cognitiva es donde todos los elementos de la guerra de información están presentes; incluidos los aspectos operativos de la psicología y la neurociencia que, junto a la complejidad y la base de sistemas se combinan para la acción militar.


Esta guerra cognitiva es un tipo de guerra que trata sobre cómo piensa el enemigo, cómo funciona su mente, cómo ve el mundo y cómo desarrolla su pensamiento conceptual. El objetivo declarado es atacar, explotar, degradar o incluso destruir la forma en que uno construye su propia realidad, su autoconfianza mental, su confianza en los procesos y enfoques necesarios para el funcionamiento eficiente de grupos, sociedades o incluso naciones.


En esta guerra en la que no hay disparos, se somete a la población con las emociones. Porque esto no va de información, desinformación y contrainformación, sino de control de las emociones y del alma de las personas. Una persona que no es dueña de sus emociones, está desarmada.

Una persona que permanece escéptica y estoica, es una persona indomable e ingobernable.

Es por ello que las potencias se han lanzado hace años a una guerra cognitiva de control social, y un arma muy importante son las redes sociales.

Con las redes sociales se nos dirige hacia lo que debemos pensar y sentir y al mismo tiempo se obtiene el feedback necesario para comprobar el resultado de sus provocaciones, y todo ello en tiempo real y con la plena, automática, simultanea e inconsciente colaboración.




QUÉ ES TELEGRAM

Télegram como red social se promociona en base a dos principios:

  • 1) Rapidez en la transmisión de datos.

  • 2) Seguridad en la transmisión de datos.


Esa falsa sensación de control y de seguridad, embebido todo en una estructura de red social donde se comparten emociones, es parte de la fórmula de éxito de Télegram. La gente no se engancha a la red por la velocidad ni por la seguridad, sino porque es una fuente inagotable de emociones.

  • 1. Telegram es una red social creada, mantenida y explotada por dos jóvenes rusos.

  • 2. Son jóvenes antiPutin, es decir, no son colaboradores de los “hackers rusos” que tanto teme Doña Lacas.

  • 3. Ponen a disposición del público, totalmente gratis, la aplicación y los complementos que sean necesarios.

  • 4. No existe un vínculo contractual real entre Telegram y los usuarios.

  • 5. Los usuarios vierten contenidos, datos y comunicaciones en la red. Es un contenedor de información y de emociones.

  • 6. La red se emplea para comunicación positiva, activismo e información pero también para fines ilícitos.

  • 7. La red acumula información. Posee la información de todos los usuarios. La red puede usar tus datos y tu información como le plazca.

  • 8. La red podría borrar tus contenidos o dejarte sin servicio cuando lo desee.

  • 9. La red podría delatarte ante las autoridades o podría proteger a tus acosadores o suplantadores.

  • 10. Los dueños de Telegram, nunca van a responder por los perjuicios que causen ni comparecerán ante un tribunal para nada...




CIERRE DE TELEGRAM

Todas las mañanas voy al bar de mi pueblo a tomar el café con leche y porras. Un día se habla de que se pasa droga en el bar y hay una denuncia. Se llama a declarar al dueño del bar y no aparece y el juez decide cerrar el bar del pueblo de manera cautelar.

Todos pensarían que soy idiota o que estoy loco si por el precinto del bar, salgo a armar bulla porque el precinto lesiona mis derechos fundamentales.

-"Soy víctima de un Juez prevaricador" que debe ir a la cárcel...

-"Pero qué gilipollas y qué jartible eres hijo mío" dirían mis vecinos...


Mucha gente ha relacionado el cierre de telegram con un acto de censura o contra el derecho a la libertad de expresión e información. Nada más lejos de la realidad.

  • 1) Para empezar, no existe un derecho a usar telegram. Nadie se puede arrogar el derecho a usar telegram por cuanto es un “servicio” gratuito sin vínculo contractual.

  • 2) No existe el derecho a que telegram funcione. Los propietarios pueden cortar cuando quieran. Las autoridades pueden cortar cuando quieran.

  • 3) La libertad de expresión ni empieza ni acaba en telegram por lo anteriormente dicho.

  • 4) La libertad de información ni empieza ni acaba en telegram

  • 5) Telegram... no es un derecho fundamental por mucho que algunos abogados hayan aprovechado la tormenta para promocionarse.


Ni Télegram, ni TikTok, ni Facebook, ni Gmail, ni Youtube, ni El País, ni Telecinco, son parte de tus derechos fundamentales a la expresión o la información, sino herramientas que puedes utilizar inteligentemente para tu beneficio o que puedes dejar que te esclavicen.

Y no, no puedes ir por derecho al canal de cualquiera a dar tus opiniones, ni puedes acusar de censura al que no quiere escuchar tus particularidades.


El espectáculo de asociaciones y abogados que se han lanzado a la carrera a defender al camello de Télegram como si fuese un paso de Semana Santa resulta bochornoso y es fruto de las erróneas concepciones sobre lo que significa el Derecho y la convivencia.

El bochornoso espectáculo que prosigue de una parte con ampliaciones de querellas y “personaciones”, se complementa con el autobombo y la autocolocación de medallas que no tienen sentido, y esto no me molesta por nada más que por el daño que se está haciendo a la población haciéndoles creer que tienen Derecho a Télegram y que no deben esforzarse por construir un mundo al margen del "Camello".


¿Denunciar a un Juez por una medida cautelar en la que no eres parte?

¿Personarse como víctima o perjudicado civil del denunciante en un proceso penal?

¿Solicitar en Europa la anulación de una medida cautelar?

Deben ser cosas nuevas que no se aprenden en los libros...

Claro que yo no soy tan experto ni especialista en tantas cosas, ni conozco el "Common Low" ni el "Singer Morning Law"...


Esperemos resultados.... XD


Luchemos por otra vida, por otra realidad y por auténticas libertades...

...por favor.
















































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