Un golpe de suerte

Todos hemos dejado un examen para el último momento confiando en la suerte. También todos hemos dejado enfrentar un problema para probar si desaparecía por sí mismo.

Todos creemos en la suerte, es construcción mental que nos protege del miedo pero que al mismo tiempo nos causa ansiedad ante el temor, de que la suerte no llegue.

Hasta ahí es normal que todos los humanos conservemos nuestros vicios personales y nuestras neurosis. Lo problemático es cuando esa neurosis se traslada a la Función Pública (algo que no sirve al público y que no funciona para nada). Esa neurosis de la suerte sería muy peligrosa en la cabeza de policías, jueces, fiscales, maestros o médicos.

El funcionario es humano y hay que reconocerlo. Tiene sus neuras, pero lo importante es si en sistemas compulsivos donde hay un prevalimiento, una superioridad o una autoridad, se puede permitir la expresión de neurosis personales.

Más grave aun es cuando el neurótico, además es un psicópata y organiza el Gobierno porque la experiencia nos indica que su neurosis se trasladará a sus funcionarios subordinados y sostendrán una actividad administrativa enfermiza y disfuncional.

EJEMPLO. Hipotético caso de vacunación obligatoria.

1º) Vamoa a tomar medidas pero desconocemos si la gente las aceptará. Por eso llamamos a los medios de comunicación y divulgamos unas medidas para hacer que los niños se vacunen. esperamos las reacciones.

A lo mejor hay suerte y la gente no reacciona o no entiende la situación y reacciona mal!

2º) Después de divulgar, conseguimos que unos cuantos expertos hagan un informe. Lo importante es que haya páginas y enlaces a internet.

A lo mejor hay suerte y nadie logra acceder al informe, o a lo mejor no lo entienden o incluso creen que es válido!

3º) Dictamos una norma general. No hacemos una ley porque eso rompería el secreto y la sorpresa. Dictamos un Decreto, una Resolución, con el apoyo de los informes técnicos secretos y divulgamos la noticia un par de días antes, pero impedimos que la gente conozca el texto de la disposición o los informes.

A lo mejor hay suerte y la gente se resigna!

4º) Volvemos a llamar a los amigos de la prensa y les decimos que ya hay una "ley" que obliga a vacunar. Sabemos que no es cierto, que es una norma inferior, pero da igual.

A lo mejor cuando la gente lo lea en la prensa, se resigna y hasta se alegra!

5º) Damos instrucciones a los técnicos y funcionarios para que presionen a los equipos y fuercen vacunaciones. Presionan y amenazan a los padres. Ya sabes: policía, servicios sociales, no podrá ir de acampada, no le dejarán matricularse o hacer prácticas... irá al infierno...

Mientras instalamos una administración basada en el miedo, el Gobierno observa como "se encienden las redes" y piensan:

¡A lo mejor están tan agitados en telegram que no se dan cuenta de que tienen que aterrizar en el mundo real y seguimos con nuestro plan!

6º) Para mantener la tensión publicamos noticias. No todas buenas. No todas malas. Publicamos en el Porriño, un juez "ha ordenado" la vacunación de un niño a sabiendas de que los jueces NUNCA tienen la facultad de ordenar vacunaciones sino tan solo autorizarlo. publicamos una sentencia en la que una juez de Purchena ha prohibido una vacunación... y redes para qué os quiero: pan y circo. Las redes ardiendo y las calles despejadas.

¡A lo mejor hay suerte y se conforman con el circo y los afectados se muestian por el miedo!

7º) Hay alguien que se enfada y pide conocer la norma. "Es el protocolo" le dicen. No podemos darlo "por protección de datos", debe ir a otra administración, "vuelva usted mañana".

Si nos incomoda, le amenazaremos con llamar a la policía. podrán multarle y detenerlo sin sentido.

Presente una reclamación. Podemos contestarle en 3 o 6 meses.

Quizás ni le contestemos: silencio administrativo le llaman...

A lo mejor la gente se cansa y se aburre y nos deja en paz!

8º) Se presenta demanda en el juzgado. La demanda se pierde... se traspapela, se deja en el rincón de los papeles incómodos.

¡A lo mejor la gente se cansa de esperar!

9º) El afectado va al juzgado y pide explicación por el retraso. "Huy qué raro, si antes de ayer se le dio entrada y está proveído". Se da trámite y se requiere a la Administración para que presente el expediente. La administración se opone o se olvida a entregar expediente ¡Qué más da! lo que importa es retrasar y agotar.

¡A lo mejor se cansa!

10º) La Administración plantea obstáculos o excepciones. Falta de legitimación, falta de capacidad, error en el procedimiento, pérdida sobrevenida de objeto, falta de jurisdicción, falta un sello, falta un póliza... y eso sí, agotamos todos los plazos de contestación para hacer todo lo más largo posible.

Sabemos que lo que hemos hecho es ilegal y no tiene fundamento... pero...

¡A lo mejor se cansan. Seguro que con esto sí!

11º) Le llega el problema al Juez. Es un tema político. Incómodo. Si me mancho con este asunto, me puede explotar en la cara.

1. No admito el pleito

2. Lo tramito lo más lento posible

3. Deniego todo tipo de pruebas del demandante

4. Admito cualquier basura que me entregue la administración

5. Digo que no hace falta celebrar vista para que nada quede grabado

6. Dicto una sentencia vacía y me quito el muerto de encima

Porque si el abogado no es administrativista y anda con ojo, cualquier recurso se va a ir a la porra y nunca prosperará y además la resolución se retrasará muchísimo.

Y ¡A lo mejor se cansan!

Un momento! Se me olvidaba. A lo mejor no se cansan...

1. Cuestiono todos los escritos para que tengan que presentar recurso de reposición o de apelación.

2. Por cada recurso tienen que hacer un depósito de 25 o 50 euros y cabe la condena en costas....

3. Retrasamos lo máximo

4. Cuando dictemos sentencia condenamos en costas. Pero no esas costas de 300 euros sino costas de entre 3000 a 5000 euros.

5. Se trata de humillar economicamente al displicente para que no levante cabeza y no moleste.

Para que aprenda!

¡Con esto seguro que se va cansando!

...Un momento... ¿Y si tiene justicia gratuita y no le afectan las condenas en costas ni los depósitos? ¿Qué hace el Juzgado?

1. Hablo con el Letrado de Administración de Justicia, con la administración demandada, con la fiscalía, con los bombreros y les explico mi angustia vital para que me ayuden: "¡No quiero resolver un tema de vacunas!"

2. Hablo con la Junta de Jueces y con el Juez Decano: "¡No quiero resolver un tema de vacunas!"

3. Le falta el justificante de justicia gratuita

4. Inadmito todo.

5. No tramito nada

6. Me lo quito de encima

¡A lo mejor ya se cansa!

La maquinaria burocrática de un estado totalitario es así.

Por cierto, ¿donde están los del Telegram?

Pues organizando un pleito en la Corte Suprema de la Haya del Common Law de la Unión Europea por Crímenes de Guerra o cualquier otra locura: Misión cumplida!